| 2025-04-20
El gobierno mexicano hace un llamado a la ciudadanía para adoptar medidas preventivas durante los días de altas temperaturas, con el objetivo de evitar consecuencias adversas para la salud relacionadas con la exposición al sol.
Una recomendación esencial es mantenerse hidratado constantemente, preferentemente con agua natural. Se debe prestar atención especial a menores de edad y personas de la tercera edad, quienes son más susceptibles a los efectos del calor extremo y la radiación solar.
El periodo más crítico para la exposición solar es entre las 12:00 y las 16:00 horas, cuando los rayos ultravioleta (UV) alcanzan su mayor intensidad. Por ello, se aconseja evitar actividades al aire libre durante ese intervalo, ya que pueden provocar desde irritaciones leves en la piel hasta daños permanentes en los ojos.
En caso de que sea imprescindible salir durante ese lapso, se sugiere el uso de sombreros de ala ancha o sombrillas que cubran adecuadamente el rostro, los hombros y el cuello. También se recomienda vestir prendas de manga larga y colores claros que reflejen la luz solar, así como usar gafas con protección UV. Es importante saber que los lentes oscuros sin filtro adecuado no protegen contra el daño ocular.
El empleo de bloqueador solar con un factor de protección solar (FPS) de 30 o más debe considerarse indispensable. Debe aplicarse media hora antes de salir al sol y renovarse cada tres o cuatro horas para evitar enrojecimientos, irritaciones o quemaduras cutáneas.
Los efectos de una exposición prolongada al sol pueden incluir: · Lesiones solares como quemaduras o dermatitis hipocromiante, que se manifiesta con manchas claras y escamosas. · Formación de manchas oscuras, particularmente en el rostro. · Queilitis, que se presenta como resequedad y grietas en los labios, sobre todo cuando se usan cosméticos sensibles al sol. · En situaciones más severas, la exposición crónica puede incrementar el riesgo de desarrollar cáncer en la piel.
También pueden surgir molestias en los ojos, tales como enrojecimiento, ardor, picazón, lagrimeo o incluso conjuntivitis de origen infeccioso. Por esta razón, se aconseja acudir con un médico general o especialista en lugar de recurrir a la automedicación.
Después de haber estado bajo el sol, es recomendable consumir líquidos en abundancia y aplicar cremas hidratantes con ingredientes como aloe vera. En caso de quemaduras, lo más prudente es acudir con un dermatólogo para recibir atención especializada.