Piratas de Veracruz es el nombre con el que estaría registrado el nuevo equipo de futbol para la entidad.
Ni el nombre, ni el color ni absolutamente nada me identifica con esta digamos razón social que etiqueta al equipo de Expansión que aterrizará en poco tiempo en la conurbación. Y es que se asegura es Celaya.
Por principio de cuentas, los colores son los de un velorio, que contrasta con la alegría multicolor que emana de la entidad y para terminar, la palabra "Pirata" nada que ver con su significado.
Uno de ellos se refiere a las personas que copian o reproducen un trabajo ajeno, el otro apegado más a la idea del mar, es aquel o aquellos personajes que se dedican al abordaje de barcos para robar.
Aquí en Veracruz y más en el futbol nadie ha robado nada a nadie.
Nada que ver con lo que puede ser la identidad de Veracruz porque incluso Cuitláhuac García Jiménez, de lo poco atinado que le escuché, sugirió que fuera Veracruz FC, así sin más ni más.
Entonces, no hay que darle muchas vueltas al tema, lo importante es que el departamento creativo de los nuevos dueños del equipo se ponga a trabajar.
Del otro lado, vale decir que Racing de Veracruz es la otra opción de huésped para el estadio Luis "Pirata" Fuente.
Aquí, con un paso lento a la distancia parecía que iniciaban bien, que en el camino iban ganando puntos, pero también perdiendo muchos más de los adquiridos por diferentes acciones.
Cambiar de Porto Palmeiras a Racing de Veracruz está genial, pero el color morado nada que ver con el arraigo veracruzano y ya ni se diga las formas en las que han ido edificando su imagen.
El trabajo de fuerzas básicas es un proyecto genial, pero mal encaminado donde lejos de buscar ganar y saber perder, normalmente les gusta ganar como sea, una filosofía que a través de la historia es poco rentable.
Además, leí en algún momento las críticas del alto mando de esta organización contra la inversión al estadio Luis Pirata Fuente, sitio en el que finalmente se quieren alojar con la franquicia del Tepatitlán.
Qué hacer para recuperar color, imagen y nombre del equipo de los veracruzanos, pues fácil, que la gobernadora ponga a trabajar a su bufete jurídico.
Hay instancias en las que seguramente en un pleito a largo plazo, el gobierno habrá de ganar, si no, habría que echarle un ojo a la nueva camada de jueces y magistrados que seguramente dictaminarán lo que es del pueblo veracruzano y de nadie más.
Querer es poder, pues si hubo la capacidad para construir una refinería del tamaño de Dos Bocas, claro que es posible allanar el camino para que la entidad veracruzana vuelva a tener futbol de primera división.
Y lo de la multa que haya que pagar, será cuestión de trámite y de negociación hasta de índole político algo que con voluntad será pan comido.
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