| 2025-04-16
La Unión de Trabajadores Manufactureros de Curiosidades del Mar y Expendedores de Curiosidades en General del Puerto de Veracruz, respaldó públicamente al señor Noé Medero Reyes como legítimo ocupante del local conocido como "Manolo", tras varios años de disputa con la señora Susana N.
El secretario general de la agrupación, Jesús Alfredo Zúñiga Esperilla, dijo que supuestamente el local le pertenece a la persona mencionada ya que cuenta con las concesiones otorgadas por autoridades federales. Asimismo, informó que la asamblea de socios determinó la entrega de las llaves del local al señor Medero Reyes, quien figura como socio formalmente reconocido ante la Secretaría del Trabajo.
"Actualmente el local no ha sido entregado pero las llaves la Unión de Trabajadores Manufactureros de Curiosidades del Mar y Expendedores de Curiosidades en General del Puerto de Veracruz se la entregó al señor. La unión es concesionaria, la Semarnat entregó la concesión y no trata con personas físicas, solamente con la unión y la unión son los socios".
El origen del conflicto se remonta a 2016, cuando la señora Susana N, viuda del anterior ocupante Eleazar Medero Reyes, se negó supuestamente a entregar el local al cuñado de su esposo, Noé Medero, pese a que existía una disposición previa por parte de la anterior propietaria, madre de ambos hermanos, que estipulaba una rotación del uso del local entre sus hijos. Dijeron que dicha voluntad fue formalizada mediante documentos que obran en poder de la organización.
"En el anterior mercado estuvo la señora porque no acató la disposición de la asamblea, cuando al señor era quien le tocaba ocuparlo pero por muchos años no se hizo y al asamblea fue prudente porque ese acuerdo no se dio pero el señor fue un socio responsable".
Desde entonces, afirman, la señora ocupó supuestamente el local sin contar con reconocimiento oficial por parte de la agrupación, sin cubrir pagos por servicios y generando una deuda atribuida a Medero Reyes. Durante ese periodo, el ahora reconocido locatario habría tenido que subsistir con trabajos eventuales, a pesar de enfrentar problemas de salud, incluyendo complicaciones derivadas de la diabetes.
Además, el secretario general denunció públicamente que ha sido blanco de ataques y difamaciones a través de redes sociale, lo que ha derivado en amenazas hacia él y su familia. Aseguró que dichos señalamientos carecen de sustento y podrían configurar delitos contra su honor, por lo que la responsabilizó de cualquier daño físico o moral que pudiera sufrir.
Finalmente, Zúñiga Esperilla reiteró que la Unión cuenta con la documentación que respalda la decisión de la asamblea de socios y se dijo dispuesto a acatar cualquier resolución que emitan las autoridades competentes en caso de que el conflicto escale al ámbito legal.