Veracruz - Boca del Río | 2024-04-29
Aunque los ataques de tiburones en playas de Veracruz no se han registro en los últimos años, se debe considerar que, al ser mar, estos tienen la oportunidad de sumergirse y ser engañosos, esto al ser considerados como uno de los animales más inteligentes al momento de cazar a su presa.
El Director del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana, Eduardo Morteo, asegura que la posibilidad de que se registre un ataque de tiburón en las playas veracruzanas es casi nula.
Explica que, aunque los tiburones son parte del ecosistema del Golfo de México, la sobrepesca ha reducido significativamente su presencia en la zona, y los que quedan son principalmente jóvenes.
Morteo destaca que el Golfo de México solía albergar una gran cantidad de tiburones y diversas especies marinas, pero la sobrepesca ha llevado a muchas especies, incluidos los tiburones, al borde de la extinción.
Añade que las características de las aguas del Golfo, con una plataforma más estrecha y menos profundidad en comparación con el Pacífico, no son ideales para la presencia de tiburones.
Aunque reconoce que los tiburones pueden acercarse a las costas en busca de alimento, señala que los ataques a humanos son extremadamente raros y más propensos a ocurrir por condiciones fortuitas que por una búsqueda activa de presas. Destaca que, estadísticamente, es más probable morir por picaduras de mosquito o accidentes domésticos que por un ataque de tiburón.
Hasta la fecha, ni las autoridades ni el Instituto de Investigaciones Biológicas de la UV tienen registro de ataques de tiburones en las bahías y playas del Golfo de México, concluye el especialista.
En décadas pasadas durante la Semana Santa en la ciudad de Veracruz estaba salpicada por hechos inusuales para otros sitios, desde representaciones teatrales alusivas a la Pasión de Cristo hasta ataques de tiburones en las aguas de Villa del Mar, recuerda Ricardo Cañas Montalvo, investigador de temas históricos.
En cuanto al mar, dijo que hace varias décadas pocas personas iban a bañarse ahí porque eran días de recoger y días de guardar, nada de diversiones de ese tipo.
Quienes sí se volcaban a las playas eran los capitalinos o chilangos, procedentes de la Ciudad de México.
"Y fue en una Semana Santa de 1963 cuando en Villa del Mar de repente la gente empezó a gritar, los que estaban en la playa empezaron a gritar porque creo que había 2 o 3 tiburones que se acercaron y empezaron a atacar a la gente, y un sacerdote que no era de aquí de Veracruz andaba por ahí y se metió, era un señor ya; se metió al mar".
"Lamentablemente los tiburones lo atacaron a él y murió. Eso fue una Semana Santa como de 1963 aproximadamente. Ya posteriormente colocaron las mallas metálicas ahí en Villa del Mar, pero no duraron muchos años, para que los tiburones no atacaran a la gente", explica Cañas Montalvo.
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