| 2025-02-02
La mañana del 17 de junio del 2024 que Henry tomó el autobús de la ruta Saeta sobre la avenida Miguel Alemán de la ciudad de Boca del Río, lo hizo porque pensó que sería más seguro viajar en transporte público con su amigo, que llevarlo en su motocicleta a Plaza Américas, en donde vería a su novia.
Ninguno de los dos imaginó que sería todo lo contrario y la volcadura del camión por la presunta irresponsabilidad del conductor Fidel N. –hoy vinculado a proceso-, lo dejaría con graves secuelas que lo mantienen casi todo el día postrado en una cama, sufriendo fiebres y cambiando por completo la vida de su familia.
El concesionario del camión del transporte público y la empresa aseguradora Banorte se niegan a hacerse cargo de los gastos médicos, a pesar de que la Ley de Tránsito del Estado prevé como una obligación que estos deben responder en casos de lesiones a los pasajeros.
La familia del joven ha tenido que conseguir dinero para cubrir los gastos por su cuenta, afirmó la madre del joven, Mayra Cobos González.
Este domingo 1 de febrero, con ayuda de Mechones de Esperanza, realizaron un boteo para colectar dinero para costear los gastos que siguen, entre los que se encuentra el pago de un estudio para evaluar las condiciones de sus riñones.
La madre del joven cuenta que unos días después del accidente, Francisco Rojas, representante legal de la ruta Saeta, les propuso brindarles 50 mil pesos para que cubrieran los gastos, pero se decidió no aceptarlo porque desde entonces se veían que podrían presentarse secuelas graves.
En promedio, han tenido que cubrir 100 mil pesos a través de colectas, ventas de comida y ayuda de familiares, además de aportaciones que la ciudadanía a brindado con material de curación.
"Hemos vendido comida, organizado bailables, vendido dulces, tamales, bebidas para poder pagar los tratamientos médicos, otra parte nos ha ayudado nuestra familia, pero también mucha gente se nos ha acercado para donarnos de manera desinteresada material de curación, mercancía y diferentes cosas".
La familia de Henry también ha buscado ayuda de la Fiscalía General del Estado (FGE) y de la Dirección de Transporte Público del Estado para que su caso sea atendido, pero en ambos casos afirman que han recibido un trato negligente.
Mayra Cobos señaló que el fiscal Eduardo Ávalos asegura que no pueden proceder en contra de la empresa aseguradora o la concesionaria por negarse a prestar la atención al joven. Además, de que la investigación, después de siete meses de lo ocurrido, simplemente no avanza.
Anaid Violeta López, presidenta y fundadora de Mechones de Esperanza, lamentó que el caso de Henry siga impune y ninguna autoridad e preocupe por acompañar la lucha de sus padres para buscar justicia.
La activista afirmó que justamente la negativa de la empresa concesionaria de la ruta Saeta y de la aseguradora Banorte, es lo que propició que las secuelas que sufre el joven se hayan acentuado al punto de poner cada vez en mayor riesgo su vida.
En tanto, Henry de Jesús lucha con las secuelas que le dejó el accidente, fractura de pelvis, la vejiga reventada, desprendimiento de uretra, sangrado en el corazón, un infarto cerebral en diciembre y la falla de uno de sus riñones que requiere ser extirpado a sus 18 años.
Las fotografías del camión de la ruta Saeta tomadas desde el aire, atravesado en el carril de sur a norte de la avenida Miguel Alemán, se difundieron rápidamente en redes sociales aquel 17 de junio que el autobús se volcó por la presunta irresponsabilidad del conductor, quien aparentemente manejaba a exceso de velocidad y de manera temeraria.
Desde que esa imagen se difundió, la vida de Henry y su familia se transformó por completo. Su madre y su padre han corrido en diversas ocasiones a urgencias por las complicaciones de las secuelas que dejó en el joven de 18 años las lesiones en el hecho.
Desde niño, Henry ayuda a su padre realizando trabajos de herrería y aluminio, además de prestar servicios en la zona de playas de Boca del Río a turistas. Mayra Cobos describe a su hijo como alguien responsable y de familia.
Sin embargo, después del accidente la dinámica cambió completamente, ya que la prioridad se volvió salvar la vida de su hijo y darle la mejor calidad posible después de las secuelas que padece.
Para ello, relata, ha tenido que sacrificar la atención a sus otros dos hijos menores de edad, quienes han tenido que ir a verla al hospital en donde cuida a su hermano cuando se ausenta varios días de su casa.
Todo lo anterior, debido a que no existe una autoridad que obligue a los responsables del accidente o al concesionario del autobús a cubrir los gastos médicos que se requieren para sacar adelante la salud de Henry.
Solo en el mes de enero del 2025, en la zona conurbada Veracruz – Boca del Río, tres personas han muerto en siniestros relacionados con el transporte público urbano.
El primer caso ocurrió el 2 de enero, cuando una mujer de 70 años identificada como Hermelinda fue atropellada por un camión de la ruta Las Vegas.
La víctima se dirigía a pagar el impuesto predial a Boca del Río y cuando cruzaba la calle fue arrollada por el autobús.
El otro caso ocurrió el 17 de enero, cuando un camión de la ruta La Herradura – Galas impactó contra el remolque de un tráiler estacionado en el acotamiento de la autopista Veracruz – La Antigua, en el tramo de las colonias Renacimiento y Chalchihuecan.
En el accidente un hombre perdió la vida arriba del autobús, mientras que un menor de 14 años sufrió la amputación de su pierna y una joven que se dirigía a su primer día de trabajo se encuentra en coma por la gravedad de sus heridas.
El pasado sábado 25 de enero se registró el tercer fallecimiento en el que se involucra el transporte público urbano de la zona conurbada Veracruz – Boca del Río. La víctima fue Salvador Klunder Gutiérrez, un hombre sin hogar que cruzaba la avenida Miguel Alemán en el puerto de Veracruz, cuando un camión a exceso de velocidad lo atropelló y luego huyó.