| 2025-05-04
A más de un mes del hundimiento del remolcador ecuatoriano Provincia del Azuay en el muelle 2 de la Bahía Sur del puerto de Veracruz, la embarcación continúa bajo el agua sin que se haya concretado su recuperación.
El incidente, reportado el 17 de marzo de 2025, dejó en evidencia las dificultades logísticas y legales que rodean a esta nave, embargada desde junio de 2023 por la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) debido a presuntas irregularidades en su ruta.
El remolcador, de bandera ecuatoriana y matrícula R-00-00516, se encontraba sin mantenimiento preventivo desde su retención en el puerto, lo que pudo haber contribuido a su deterioro y eventual hundimiento.
Fuentes portuarias confirmaron que la falta de resolución en su situación legal, bajo la custodia del Servicio de Administración Tributaria (SAT) desde octubre de 2023, ha complicado las acciones para su reflotamiento.
Tras el incidente, la Secretaría de Marina, en coordinación con ASIPONA y la Capitanía de Puerto, implementó medidas inmediatas para contener posibles derrames de hidrocarburos.
Aunque se confirmó que la nave no almacenaba combustible, solo reservas en los tanques de servicio y aceite en sus máquinas, se colocaron barreras antiderrames como precaución.
El 22 de marzo, se reportó que el frente frío número 36 desplazó parte del combustible residual debido al oleaje, pero las autoridades aseguraron que el impacto ambiental fue mínimo.
A la fecha, no se han anunciado avances significativos en el plan para recuperar la embarcación. La ASIPONA Veracruz ha señalado que mantiene coordinación con las autoridades para garantizar la seguridad en la zona portuaria, pero no ha precisado plazos ni detalles sobre la operación de reflotamiento.
La comunidad portuaria ha expresado preocupación por el impacto de la nave hundida en la operatividad del muelle 2, dado que el puerto de Veracruz es uno de los más importantes de México, con un alto tráfico de buques comerciales.
El remolcador Provincia del Azuay, construido en 2011, fue fletado en 2023 por una entidad pública de Ecuador a una naviera mexicana para transportar piedra basáltica para el Tren Maya.
Sin embargo, su retención por ASIPONA, bajo el mando del exdirector Romel Ledezma Abaroa, se debió a una supuesta desviación de ruta.
Hasta el momento, ni ASIPONA ni la Secretaría de Marina han emitido un comunicado actualizado sobre las causas exactas del hundimiento o los costos estimados para su recuperación.