Veracruz | 2020-07-17 | Olivia Hernández
La baja marea dejó al descubierto el desgaste del ARM Guanajuato C-07, que durante los últimos 14 años permanece anclado en el muelle de la Plaza Banderas en el municipio de Boca del Río.
El Cañonero Guanajuato se convirtió en el primer museo flotante de América Latina el 26 de octubre de 2007, cuando se ancló por primera vez al muelle del río Jamapa.
Historia
El ARM Guanajuato C-07 participó en la Segunda Guerra Mundial y durante sus 70 años de servicio para la Secretaría de Marina – Armada de México en la guardia de los mares mexicanos, también fungió como buque escuela para los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar.
Su peso original es de 1300 toneladas. Este barco de guerra fue solicitado en 1932 por el Gobierno de México.
Se construyó en el astillero El Ferrol, en España, de acuerdo con información publicada del ingeniero Carlos Alfaro.
“Fue entregado a la Armada de México en 1936 junto con sus dos buques gemelos: Querétaro y Potosí. Tiene 80 metros de eslora, 12 metros de manga y 4 metros de calado.”
El ingeniero Carlos Alfaro narra que este buque de guerra fue originalmente propulsado por vapor vía dos ejes.
Sin embargo, durante los años 60 fue modificada su planta propulsora a motores diésel. Entonces, pudo alcanzar entre 18 y 19 nudos de velocidad.
“La tripulación llegaba a 140 personas entre oficiales y marinería. El armamento principal es de 3 cañones Vickers de 102 milímetros”, narra Alfaro en su publicación de Histamar.
La historia detalla que, en 1968, 1980 y 1997 (respectivamente) navegaron en él los expresidentes de México: Gustavo Díaz Ordaz, José López Portillo y Ernesto Zedillo Ponce de León.
La última vez que el Cañonero Guanajuato navegó fue en 1997, y en 2001 fue dado de baja de la Secretaría de Marina – Armada de México. Uno de los patrulleros oceánicos de la Semar fue nombrado ARM Guanajuato P0-153 en honor a las labores que el cañonero de la Segunda Guerra Mundial prestó a la Nación.
Cómo llegó a Boca del Río
Entre las primeras acciones de Vicente Fox Quesada como presidente de México (en 2001), estuvo donar el ARM Guanajuato C-07 al puerto de Veracruz.
Lo hizo como un homenaje a los marinos que dieron su vida en la defensa de la Patria durante la invasión norteamericana de 1914. En nombre de José Azueta, Virgilio Uribe y los demás cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar.
La embarcación permaneció seis años en un muelle del puerto de Veracruz hasta que el Gobierno del Estado solicitó al Congreso Local la entrega en comodato prolongable (por periodos de seis años) al Ayuntamiento de Boca del Río.
Mediante una logística que duró aproximadamente cuatro horas y media, el 26 de octubre de 2007, el buque atracó en el muelle de Boca del Río, a un costado de lo que hoy se conoce como Plaza Banderas.
Ancló durante la administración de Francisco Gutiérrez de Velasco Urtaza, y se dispuso un cobro de 40 pesos por persona que servirían para su mantenimiento.
Posteriormente, fue entregado en comodato a la Sociedad Ecológica Aqua, Terra, Ventus, S.A. de C.V.
El rescate
El plazo de comodato a la sociedad ecológica que administró el museo flotante por los últimos (aproximadamente) 12 años venció y, ante su falta de mantenimiento, el Ayuntamiento de Boca del Río ya no renovó la misma y decidió emprender un proyecto de rescate.
Durante la administración de Humberto Alonso Morelli, se anunció la restauración del Cañonero Guanajuato entre otros 10 proyectos museográficos del municipio de Boca del Río para consolidar su vocación turística.
Sin embargo, la restauración de esta embarcación que participó en la Segunda Guerra Mundial requería - en 2020- una inversión aproximada a los 50 millones de pesos.
El entonces director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Boca del Río, Julio César Torres Sánchez, respondió que el deterioro que presenta el buque refleja entre 8 a 10 años de no recibir mantenimiento, aunque se desconocen los periodos específicos en los que no se le hicieron reparaciones.
“Tengo entendido que en administraciones anteriores se cambió la cubierta, era de madera, le pusieron un firme de concreto. Todo lo demás, los interiores son muestra de que en muchos muchos años no se le dio mantenimiento… El buque por ahí del 2004, 2005 fue concesionado al Ayuntamiento de Boca del Río. De ahí este lo concesionó a un particular, este se tenía que encargar de darle ese mantenimiento. Que yo recuerde en las administraciones anteriores no había este proyecto", declaró.
La obra contemplaba que la embarcación ya no quede flotando; aunque actualmente se encuentra encallada en el río Jamapa.
El proyecto mencionaba entonces que el buque quedaría anclado a una base de concreto, tras ser restaurado de sus múltiples averías que lo mantienen inundado de arena (encallado).
Sin embargo, la contingencia por covid-19 suspendió las reuniones de la Mesa de Coordinación para el rescate de la nave, concluyó la administración municipal y la obra no se realizó.