Veracruz | 2024-08-12
La temporada de lluvias es una constante presencia de agua que desciende y se acumula en la esquina de las calles Murillo y Cultura, en la Colonia Hidalgo, al poniente de la ciudad de Veracruz, donde se ubica el Asilo COGRA, por lo que se requiere un tragatormentas, afirmó su directora Teresa Mendoza Grajales.
Dijo que como están en esquina toda la corriente baja por ahí, se forma un río y al pasar los vehículos hacen que suba el nivel de agua.
"A la hora que pasan los vehículos se va metiendo el agua, y cuando baja también por la parte de atrás baja una corriente bastante fuerte y se mete también por la parte de atrás.
"Ya le pusimos una pequeña barda, y se va carcomiendo lo que es parte de la banqueta y todo eso nos afecta a nosotros", explicó Mendoza Grajales.
Opinó que ahí se requiere un tragatormentas para que pueda desahogar toda el agua pluvial que se acumula en cada precipitación y no permita que ésta inunde esa esquina en particula, pues recalcó que ahí viven adultos mayores.
Dejó en claro que los abuelos no tienen la fortaleza para levantarse si resbalan y caen, además de que un resbalón y una caída serían muy peligrosos para ellos debido a su edad y a la fragilidad de sus huesos.
Recalcó que un tragatormentas ayudaría mucho a desahogar con inmediatez la precipitación pluvial y que el beneficio no sería solamente para los habitantes del asilo, sino para la población de esa zona, pues dijo que por ese punto cada día hay una gran movilidad humana.
Hizo hincapié en que la bajada del torrente pluvial va desde la calle Yáñez hasta Murillo.
"Sería para todos los vecinos que viven desde Yáñez a Murillo, a esa cuadra es a la que afecta así bastante, porque desemboca en Cultura, corre todo Murillo y baja piedras, lodo, eso lleva muchos años", explicó la directora del COGRA.
Remarcó que el agua de la lluvia que corre por la banqueta sí se mete al asilo y para evitarlo sus integrantes colocan costales llenos de arena durante los días lluviosos.
Recordó que el 28 de agosto es el Día del Abuelo y esperan que los familiares visiten a quienes viven ahí, y que si es un día lluvioso no impida las visitas de los hijos y nietos de los habitantes.