Abogado advierte sobre impacto de cambios constantes en la Constitución de México

El abogado José Alberto Priego Miranda advierte que modificar la Constitución de México sin análisis profundo afecta la democracia.

Veracruz | 2025-02-05

A lo largo de su historia, desde 1917 hasta el 1 de febrero de 2024 la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha tenido 256 reformas constitucionales y 770 modificaciones de sus artículos, según el estudio 'Las reformas a la Constitución en la era de la alternancia', del investigador César Alejandro Giles Navarro.

Al respecto el presidente del Colegio de Abogados de Veracruz, José Alberto Priego Miranda, destacó que la Carta Magna evoluciona conforme a la cambiante realidad de los tiempos, pero esos cambios requieren responder a la cambiante realidad.

Resaltó que en los últimos años la Carta Magna ha tenido modificaciones, pero dejó en claro que la Constitución establece límites al poder para garantizar los derechos y las libertades de los ciudadanos.

Por tanto, las modificaciones a la Constitución Política no pueden ser contrarias a los derechos de los gobernados.

"En los últimos años ha sido modificada con una frecuencia y velocidad sin precedentes, la reciente aprobación de casi 30 reformas constitucionales en apenas los primeros 100 días del actual gobierno es un reflejo de un fenómeno que se ha acentuado desde el sexenio anterior: el uso de la Constitución como una herramienta de transformación inmediata, sin el análisis profundo que su naturaleza exige", expresó Priego Miranda.

Subrayó que la democracia no se sustenta únicamente en la mayoría, sino en la existencia de contrapesos que impidan que el poder se ejerza sin límites, y que la Constitución es el principal freno a los abusos y debe ser respetada y reformada sólo cuando exista una justificación genuina y un amplio consenso.

"Modificarla aceleradamente con base en coyunturas políticas o en la conveniencia del gobierno en turno pone en riesgo la estabilidad institucional del país y abre la puerta a decisiones que podrían vulnerar los derechos fundamentales de los ciudadanos", puntualizó Priego Miranda.

Destacó que toda reforma debe sustentarse en estudios técnicos que respalden su viabilidad y tomar en cuenta las opiniones de quienes se verán directamente afectados.

"La seguridad jurídica se debilita cuando las reglas cambian constantemente y cuando los derechos fundamentales pueden ser objeto de ajustes en función de las mayorías legislativas circunstanciales.

"La Constitución no debe ser una herramienta de poder, sino un límite a su ejercicio. Su modificación exige prudencia, reflexión y diálogo, pues lo que hoy parece conveniente podría mañana convertirse en un obstáculo para la democracia misma. La legitimidad de una reforma constitucional no proviene únicamente de su aprobación en el Congreso, sino de su capacidad para fortalecer las instituciones y garantizar el equilibrio de poderes", aseveró Priego Miranda.

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