Puebla | 2024-01-27
De una “celda” de concreto a las planicies en Puebla, la Jirafa Benito no sólo ha encontrado una nueva familia en el zoológico Africam Safari, además, según se aprecia en redes sociales, podría haber encontrado el amor.
Tras atravesar un largo camino, estudios clínicos y un proceso de desparasitación, Benito fue recibido por una familia de jirafas y un pastel de alfalfa y zanahoria. Fue a través de redes que el parque difundió el encuentro con la manada conformada por 7 individuos.
Entorno a las 9 de la mañana, Frank Carlos Camacho, director general de Afriam Safari, guio Benito al encuentro de integración con su nueva familia. Y desde el primer momento, asumió el papel de un semental marcando su territorio y realizando pequeñas interacciones amorosas con un joven jirafa hembra.
A través de videos en redes sociales, se observa a la joven pareja realizar actos de cortejo alrededor de un árbol. Los cuidadores recalcan que, con cuatro hembras en la manada, es sólo cuestión de tiempo para que el zoológico reciba al primer descendiente de Benito.
Lejos quedan ya los días en que Benito debía de pasar los fríos inviernos de Chihuahua bajo el pobre cobijo de un techo de lámina y una construcción de concreto.
Pese a la pobre condición en que vivía el ejemplar, el Gobierno de Chihuahua se negaba a trasladarlo del Parque Central de Ciudad Juárez. Fue gracias al movimiento de la asociación “Salvemos a Benito” y al apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador que se consiguió la orden judicial para liberar a Benito.
En un acto generalizado de empatía, el pueblo de Chihuahua y Puebla, junto a todo México, lograron trasladar al joven Benito a una amplia reserva natural en la que vivirá con su nueva familia.
La Jirafa Benito representa a los miles de animales que necesitan el cuidado de los seres humanos para protegerlos contra la caza y el tráfico indiscriminado. Así también como riesgos ambientales tales como la deforestación o al cambio climático.