| 2025-01-15
El caso de Stephen McDaniel es uno de los más impactantes y perturbadores en los Estados Unidos, principalmente por la forma en que se desarrollaron los eventos y su confesión no verbal en televisión.
Stephen McDaniel era un estudiante de derecho en la Mercer University en Macon, Georgia. Era conocido por ser un joven inteligente, pero también solitario y con comportamientos sociales peculiares.
El 26 de junio de 2011, Stephen McDaniel asesinó a su vecina y compañera de clase, Lauren Giddings, de 27 años. Lauren era una joven brillante con aspiraciones de convertirse en abogada. Ambos vivían en el mismo complejo de apartamentos y habían compartido algunas clases en la universidad.
McDaniel planeó el asesinato con antelación, espiando a Lauren a través de su ventana y observándola durante días.
La noche del crimen, entró a su apartamento utilizando una llave maestra mientras ella dormía.
La estranguló y desmembró su cuerpo, desechando partes en un contenedor de basura cercano.
Después de que Lauren fuera reportada como desaparecida, McDaniel fue entrevistado por un canal de noticias local mientras las autoridades investigaban.
Durante la entrevista, McDaniel parecía nervioso pero colaborador. Sin embargo, su reacción lo delató:
Cuando el reportero mencionó que partes del cuerpo de Lauren habían sido encontradas en el área, McDaniel se quedó paralizado, con una expresión de horror en su rostro. Luego balbuceó y evitó responder directamente, mostrando una reacción emocional que llamó la atención de muchos. Prefiriendo sentarse
Este momento se volvió viral, ya que muchos interpretaron su reacción como la de alguien que acababa de darse cuenta de que sus crímenes estaban siendo descubiertos.
Los policías comenzaron a poner la vista en McDaniel y decidieron investigarlo además de su departamento, que estaba al lado de Lauren.
Las autoridades encontraron rastros de sangre en su apartamento y herramientas relacionadas con el desmembramiento.
Descubrieron que había buscado información en internet sobre cómo cometer un asesinato y deshacerse de un cuerpo.
Una máscara y guantes encontrados en su apartamento coincidían con las pruebas del lugar del crimen.
Inicialmente, McDaniel negó su culpabilidad, pero finalmente confesó el asesinato de Lauren Giddings para evitar la pena de muerte.
En 2014, fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
El caso de Stephen McDaniel y Lauren Giddings sigue siendo recordado por la brutalidad del crimen, la frialdad del asesino y el momento televisivo que capturó su reacción.
Es un ejemplo de cómo una mente brillante puede esconder una oscuridad inimaginable, y cómo un simple gesto puede delatar a alguien.