Kabul | 2021-12-26 | AFP
Este domingo, los talibanes anunciaron que las mujeres que quieran viajar largas distancias deben estar acompañadas por un hombre de su familia cercana, lo que representa una nueva señal del endurecimiento del régimen, pese a sus promesas iniciales.
Este señalamiento, emitido por el Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio y que circula en las redes sociales, también pide a los conductores que acepten mujeres en sus vehículos, solo si llevan "velo islámico".
"Las mujeres que viajen más de 45 millas (72 km) no pueden realizar el viaje si no están acompañadas por un miembro cercano de la familia", declaró el portavoz del Ministerio, Sadeq Akif Muhajir, quien precisó que el acompañante debe ser un hombre.
Desde su llegada al poder, en agosto, los talibanes impusieron diversas restricciones a las mujeres y niñas, a pesar de las promesas iniciales de que su régimen sería menos estricto que el primero (1996-2001).
Durante su primer gobierno, los talibanes obligaron a las mujeres a llevar el burka. Además de que solo podían salir de casa acompañadas por un hombre y no se les permitía trabajar ni estudiar.
Cuando regresaron al poder, los talibanes, que necesitan el reconocimiento de la comunidad internacional y la ayuda humanitaria, habían declarado que serían más abiertos que durante su anterior etapa.
"Vemos cada día un poco más quiénes son de verdad los talibanes, cuáles son sus puntos de vista en materia de derechos de las mujeres y es una imagen muy muy oscura", dijo Heather Barr, de la ONG Human Rights Watch .
Asimismo, declaró que esta nueva imposición esta cerca de "convertir a las mujeres en prisioneras."
Por otra parte, el Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio anunció otras medidas, por ejemplo, la prohibición de escuchar música en los vehículos.
No está claro de momento hasta qué punto estas recomendaciones se llevarán a la práctica pero, desde el sábado, los talibanes habían levantado barreras en algunos puntos de la capital, Kabul, para informar a los automovilistas.
Esta directiva se produce unas semanas después de que el ministerio pidió a las televisiones afganas no difundir "telenovelas y culebrones con mujeres" y que se aseguraran de que las periodistas llevaran "velo islámico" en pantalla.
No obstante, los talibanes tampoco precisaron qué entienden por "velo islámico", si se trata de un pañuelo o si abarca también el rostro, ya que la mayoría de las mujeres afganas lucen prendas que cubren mucho más.
Al mismo tiempo, se han dado otros gestos de signo contrario. En varias provincias, las autoridades locales aceptaron abrir las escuelas a las niñas, aunque muchas de ellas siguen sin poder asistir.
A principios de diciembre, un decreto en nombre del líder supremo del movimiento, el mulá Hibatullah Akhundzada, pedía al gobierno que hiciera valer los derechos de las mujeres. Aunque no mencionó el derecho a la educación.
Por otro lado, los donantes internacionales han impuesto, como condición, el respeto de los derechos de las mujeres para que regrese la ayuda humanitaria a Afganistán.
Este país, uno de los más pobres del mundo, se encuentra en el borde del hundimiento económico.
La ONU alertó de una cercana "avalancha de hambre", ya que considera que 22 de los cerca de 40 millones de afganos pueden sufrir una ausencia "aguda" de alimento este invierno.