Estados Unidos | 2024-01-26
Kenneth Eugene Smith de 58 años murió a las 8:25 de la noche el jueves en una prisión de Alabama después de respirar gas a través de una mascarilla para provocar falta de oxígeno como parte del método de ejecución ante su condena a muerte por autoridades de Estados Unidos.
El método para ejecutarlo fue hipoxia de nitrógeno, siendo la primera víctima de esta nueva forma de matar como castigo, antes de esto se aplicaba la inyección letal, la forma más común.
La ejecución duró unos 22 minuto, comenzó a temblar y retorcerse , a veces tirando de las cuerdas en sus brazos, por minutos respiró de manera agitada, hasta que dejó de hacerlo.
Previamente la Organización de las Naciones Unidas que el próximo se pronunciaron en contra del método de hipoxia de nitrógeno donde a grandes rasgos se le priva a la persona de oxígeno.
Kenneth Eugene Smith estaba en el corredor de la muerte en el estado de Alabama desde hace 3 décadas acusado de asesinato a sueldo y sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional en 1988.
Después de que Smith estuviera más de 30 años en prisión, las autoridades de Alabama intentaron ejecutarlo en noviembre de 2022 mediante inyección letal, pero el intento fracasó.
Los trabajadores contratados por la ONU advirtieron que, además de ser un método de ejecución no probado, la hipoxia de nitrógeno podía someter a Smith a tratos crueles, inhumanos o degradantes , incluso a tortura.
La ejecución de Smith fue el primer intento de asesinar a alguien por hipoxia de nitrógeno ya que fue aprobada en Alabama en 2018, pero nunca se ha aplicado ni probado.
Los estados de Oklahoma y Mississipi habían aprobado previamente ese método de ejecución. Luego de que la ley federal diera a los estados la posibilidad de elegir ese procedimiento para las ejecuciones.
La hipoxia por nitrógeno es un procedimiento en el cual nitrógeno puro o en una concentración lo suficientemente elevada como para resultar letal se inhala hasta provocar asfixia. El preso lo recibe a través de una mascarilla hermética.
La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, dijo que la ejecución era justicia por el asesinato a sueldo de Elizabeth Sennett, de 45 años.