Colombia | 2021-05-06 | Excelsior
Las noches se volvieron pesadilla en Cali. La violencia de las protestas contra el gobierno colombiano estalló en esta ciudad donde convergen los males de un país sumido en seis décadas de guerra.
En la llamada "capital del posconflicto", el acuerdo de paz firmado con la guerrilla FARC en 2016 no trajo la calma esperada.
Desde que comenzaron el 28 de abril, las manifestaciones contra el presidente Iván Duque se tornaron en revueltas en la urbe, duramente reprimidas por la fuerza pública, y la situación empeoró cuando cayó el sol el 3 de mayo.
La ciudad ha recibido una migración campesina y pobre en medio del conflicto armado, que no logró integrar del todo y eso provoca "demasiada desigualdad", describe a la AFP Edgar Barrios, rector de la Universidad del Valle.
La situación se agravó por la crisis económica desatada por la pandemia, que afectó la industria, el comercio y la agricultura de esta ciudad del suroeste del país, donde la violencia repunta tras el acuerdo de paz.
En Cali se juntaron descontento social, pobreza, "economía ilegal de narcotráfico" y "distintas formas de criminalidad" que se arraigan en barrios deprimidos, añade el académico.
Con información de Excelsior