Kate Winslet protagonista de Titanic habla de lo horrible de la fama tras la película

Aunque es uno de las películas más exitosas de la historia para Kate Winslet fue el inicio de un periodo turbulento

| 2024-02-15

En 1997 salió una película que narraba un evento impactante de la historia que se volvió una de las producciones más importantes de la historia y aunque eso llevó a todos los involucrados al estrellato para una de los protagonistas la situación fue caótica.

La británica Kate Winslet y el estadounidense Leonardo DiCaprio eran las estrellas de la cinta de James Cameron, ella con 22 años, él 23, siendo reconocidos a nivel internacional como una de las parejas más románticas del cine.

Pese a lo anterior, Kate Winslet dijo que, "fue horrible", la etapa posterior a su participación en Titanic en su papel de Rose DeWitt Bukater, la niña rica que cae enamorada del menos privilegiado Jack Dawson mientras están a bordo del lujoso trasatlántico.

En entrevista para una famosa revista de moda, explicó que en ese entonces no tenía tanto control de lo que quería para ella y su carrera, así como hacerse escuchar y respetar por elementos como la prensa tras la fama que trajo Titanic.

"Sentí que debía ser de una determinada manera, o ser una cierta cosa, y como la intrusión por parte de la prensa era tan poderosa entonces, mi vida era bastante desagradable".

"Los periodistas siempre me decían: ´Después de Titanic, podrías haber hecho cualquier cosa y has elegido hacer estas, pequeñitas. Y yo era como, rayos, puedes apostar a que sí porque, adivina, hacerse famosa fue horrible".

Destacó que estaba agradecida, pero estaba en sus veintes y aunque podía conseguir cosas como un lugar donde vivir, "no quería ser perseguida cuando estaba, literalmente, dándole de comer a los patos".

 "Entré en modo de autodefensa de manera inmediata porque, día y noche, todos los días, fui objeto de un escrutinio personal y físico enorme. Me criticaron bastante, la prensa británica en realidad fue bastante cruel conmigo".

Fue tras su matrimonio y al tener a su hija Mia en 2000, y centrarse en su cuidado, cuando esa persecución empezó a cesar y la observación mediática pareció ser más llevadera.

 "La llevo de manera muy ligera. No es una carga, ya no. Titanic sigue aportándole alegría a la gente. La única vez que digo: ´Ay, Dios, escóndete´ es si estamos a bordo de un barco".

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