África sufre efectos del cambio climático de forma ‘feroz’

África | 2022-09-11


África solo representa entre el 2% y el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero sufre de forma desproporcionada los resultados y efectos del cambio climático. El informe sobre el estado del clima en África de 2021 proporciona información científica de fuentes autorizadas sobre las tendencias de las temperaturas y otros indicadores climáticos.

Muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático están socavando la salud y la seguridad humanas, la seguridad alimentaria e hídrica y el desarrollo socioeconómico.

Los peligros relacionados con el clima siguieron siendo uno de los principales impulsores de nuevos desplazamientos en África. Las crecidas y sequías crónicas, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos influyen en los patrones de desplazamiento dentro de las fronteras y a través de las fronteras internacionales.

En África la temperatura aumentó a un ritmo medio de unos +0.3 °C/década entre 1991 y 2021, más rápido que el calentamiento observado en el período 1961-1990, de +0.2 °C/década. El año 2021 fue el tercero o el cuarto más cálido registrado en África.

El aumento del nivel del mar en las costas africanas es mayor que la tasa media mundial, especialmente en el mar Rojo y el suroeste del océano Índico, donde la tasa se aproxima a los 4 mm/año. Es probable que esta situación se mantenga sin cambios en el futuro, lo que ayudará a incrementar la frecuencia y la gravedad de las inundaciones costeras en las ciudades de baja altitud, así como la salinidad de las aguas subterráneas debido a la intrusión del agua del mar.

De aquí a 2030, se prevé que entre 108 y 116 millones de personas en África estarán expuestas al riesgo del aumento del nivel del mar. La sequía en África Oriental se ha agravado tras la ausencia de precipitaciones en temporadas consecutivas de lluvias, además de la intensificación de los conflictos, los desplazamientos de población conexos y las restricciones relacionadas con la COVID-19. Los elevados precios de los alimentos impidieron su disponibilidad y acceso, dejando a más de 58 millones de personas en condiciones de inseguridad alimentaria aguda.

En muchas zonas del norte de África hubo un calor extremo, especialmente en Túnez, Argelia, Marruecos y Libia. El calor extremo estuvo acompañado de incendios forestales. Además, las tormentas de arena y polvo fueron un problema recurrente. Las sequías y las crecidas constituyen la principal preocupación. En los últimos 50 años, los peligros relacionados con las sequías se han cobrado la vida de más de medio millón de personas y han provocado en la región pérdidas económicas de más de 70 mil millones de dólares de los Estados Unidos.

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