Ciudad de México | 2023-12-15
La gastronomía mexicana es reconocida en todo el mundo por su variedad de platillos, y la mayoría de veces, elogiada por su sabor; sin embrago, Taste Atlas -la guía culinaria que alberga miles de reseñas de críticos de comida- calificó a uno de los más tradicionales en las mesas decembrinas, los romeritos, como una pesadilla gastronómica.
Este platillo originario del centro del país quedó en el lugar 43 de las 50 peores comidas a nivel mundial, de acuerdo con el ranking de comida de la guía culinaria más importante del mundo.
Este clásico de la Navidad y la Cuaresma en los hogares mexicanos, fue reprobado por los expertos culinarios, quienes consideraron que la textura del mole y sabor de los demás elementos no combinan del todo, y que de hecho es uno de las discusiones más comunes entre los mexicanos.
Los romeritos son un platillo tradicional mexicano. El nombre del plato proviene de una planta silvestre, similar al romero en apariencia y a las espinacas en cuanto a su sabor ácido y ligeramente salado.
“El platillo aparece en las mesas tanto de ricos como de pobres”, explicó Taste Atlas y generalmente se prepara en una salsa espesa de mole con papas, nopales y tortitas de camarones secos con huevo que son fritas en aceite.
En el ranking de los 50 peores platillos los romeritos están acompañados por otros dos platillos que, de acuerdo con los expertos de Taste Atlas, no están ni cerca de tener el mejor sabor de la comida mexicana.
En el lugar 31 se encuentran los chongos zamoranos, dulce típico de Zamora Michoacán. El postre mexicano es preparado con leche cruda, yemas de huevo y pastillas de cuajo.
El plato estará listo cuando la leche cuaje y adquiera una consistencia gomosa y esponjosa, y luego se aromatizará con canela y azúcar en cazuelas de barro, y se sirve cubriendo la cuajada con almíbar.
En el 44 está el hígado encebollado, que, si bien es popular en todo América Latina, en México es considerado comida nacional.
Consiste en hígado de res y cebolla como ingredientes clave. El hígado se corta en rodajas finas, luego se sazona con sal y pimienta antes de saltearlo en aceite con pimientos, cebollas y, a veces, tomates. Una vez cocido, el plato se sirve caliente, generalmente con arroz como acompañamiento.