¿Lo sabías? Abuelos de David Faitelson llegaron a México por Veracruz

El periodista deportivo reveló en entrevista con Yordi Rosado sus orígenes e infancia en Israel

Veracruz | 2024-01-07

David Faitelson es el invitado de la semana de la Entrevista con Yordi Rosado, donde compartió aspectos de su vida profesional y personal, de la cual resaltó su infancia en Israel y su paso por dos importantes televisoras y canales deportivos.

Sin embargo, el periodista mencionó detalles de sus orígenes, de los cuales reveló que iniciaron en Veracruz con la llegada de sus abuelos al puerto para asentarse a México.

“El apellido nuestro es de origen ruso-ucraniano, mis abuelos llegaron a principios del siglo pasado, llegaron a Veracruz, se instalaron en México, inmigrantes judíos huyendo de la persecusión no de los nazis, sino de los bolcheviques que ya mataban y perseguían a los judíos”, relató.

Asimismo, compartió que sus padres se conocieron en La Habana, de donde es originaria su madre y donde su padre estableció una compañía de taxis, la cual perdió con la Revolución Cubana. 

David Faitelson vivió la guerra de Yom Kipur en Israel 

Esto los llevó a Israel en el año 1960, donde el también comentarista vivió no solo su niñez, sino también la guerra de Yom Kipur, en el que Egipto y Siria lanzaron y coordinaron un ataque sorpresa contra el país. 

Vivía en un pueblo cercano a la Franja de Gaza, era un asentamiento agrícola. Era una vida maravillosa para mí, mis mejores recuerdos estan ahí de jugar ocn los niños, vivíamos en un pueblo de inmigrantes argentinos, sudamericanos, cada fin de semana era una fiesta, un asado maravilloso”, relató. 

Asimismo, señaló que si bien vivió una guerra, no la sufrió como tal ya que fue más la experiencia de protección en el búnker con familiares y amigos.

“Como niño, me acuerdo que sonaban las sirenas, corríamos al búnker, bajábamos las escalinatas y ahí estaban las mamás, nos daban golosinas, jugábamos dentro del búnker y los papás iban a la armería del pueblo, tomaban el arma y estaban pendientes por si ocurría algo en el poblado”, recordó. 

Teníamos como único trabajo pararnos en las esquinas y nos daban tinta azul para pintar los faros de los autos, las luces, se pintaban de azul por si había un ataque aéreo no se viera el auto circulando, que no fueran blanco de ataque via aérea”, comentó. 

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