Xalapa | 2022-10-14
Al confirmarse la expulsión de Daniel “N”, conocido como “el colombiano”, por llevar un arma blanca a las instalaciones de la Facultad de Antropología y amagar a un compañero, universitarios liberaron la Unidad de Humanidades.
Este viernes, las actividades académicas se desarrollaron con normalidad; sin embargo, los estudiantes solicitan al rector, Martín Aguilar, atender las otras peticiones que plasmaron en un pliego petitorio.
La universidad informó el cese del "paro activo" que inició el miércoles, tras la toma de las instalaciones.
"Siendo las 20 horas del 13 de octubre, de manera conjunta, autoridades de la Universidad Veracruzana y el movimiento estudiantil de la Unidad de Humanidades acordaron el cese del paro activo dentro de la Unidad, toda vez que se obtuvo una respuesta favorable al primer punto del pliego petitorio (el caso de agresión suscitado el 10 de octubre dentro de las instalaciones), que se tomó como caso urgente y extraordinario", se expone en el comunicado.
La institución aclaró que se mantiene abierto el diálogo entre autoridades y estudiantes respecto a los puntos restantes del pliego petitorio.
El jueves, al marchar de la Unidad hasta la Rectoría, los estudiantes calificaron como deficiente la actuación del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios (CEnDHIU), al no contar con instalación en el área de Antropología.
A esto se suma lo que consideraron el mal manejo del personal del IPAX al interior del campus, acusando a elementos de reprimir a estudiantes que se manifiestan sobre temas sociales y de tomar fotografías de sus compañeros sin ningún tipo de consentimiento.
Como otro punto se expuso la necesidad de permitir libre comercio o trueques ante en la Unidad de Humanidades debido a que alumnos padecen afectaciones a su economía.
Además, solicitaron poder hacer uso de las aulas, evaluar a los medios de la consejería estudiantil y un protocolo de investigación a los candidatos, aparte de la apertura de elecciones extraordinarias si éstos presentan irregularidades públicas, privadas y penales.
“Se necesita una universidad verdaderamente incluyente y accesible para estudiantes con discapacidad, para una digna experiencia educativa, por lo cual exigimos atención puntual y próxima solución a cada una de las situaciones expuestas por parte del alumnado”, demandaron los universitarios.