Veracruz | 2025-02-05
Justo cuando la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta fuertes presiones del mandatario estadounidense Donald Trump por la presunta colusión del gobierno mexicano con los cárteles del narcotráfico, en Veracruz siguen ocurriendo sucesos que contribuyen a reforzar esa versión que también gobernadoras y gobernadores de Morena han rechazado tajantemente en sus manifiestos de apoyo a la Jefa del Ejecutivo federal.
Y es que el domingo pasado, por ejemplo, la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP) informó mediante un comunicado oficial la liberación del periodista Alan García Zúñiga, quien había sido privado de la libertad en el municipio de Poza Rica desde el pasado 22 de enero pasado.
García Zúñiga ha colaborado con medios locales de esa región del norte de Veracruz, así como en prensa escrita y radiodifusoras de otras partes de la entidad. En redes sociales compartía su videocolumna “Firmo y Afirmo”, en la que suele abordar temas sociales y de seguridad pública. Y también es empleado de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Tal como se informó en su momento, el comunicador fue interceptado por individuos no identificados cuando llegaba a su domicilio el miércoles 22 de enero, luego de cumplir su turno de camillero en el hospital de Pemex, en Poza Rica.
Desde que el gremio periodístico tuvo conocimiento de su desaparición, diversas agrupaciones de comunicadores exigieron a las autoridades su presentación con vida y que se garantizara su integridad física.
El organismo autónomo creado durante la aciaga administración priista del exgobernador Javier Duarte de Ochoa para la defensa y protección de los periodistas, dio a conocer hace cuatro días que, tras su rescate, el comunicador fue trasladado a una institución de salud para una valoración médica y que ya se encontraba bajo el resguardo de su familia.
Agregó que continuará con el seguimiento de la investigación del caso, destacando en su comunicado que “gracias a un operativo conjunto entre autoridades federales y estatales García Zúñiga ha sido liberado este domingo”.
¿Nada más? ¿No hubo ningún detenido? ¿No saben quiénes y por qué ‘levantaron’ al periodista? ¿Sólo llegaron a la casa de seguridad, abrieron la puerta y se llevaron tranquilamente al comunicador? ¿Ninguno de los secuestradores los confrontó? Hum, muy, muy extraño.
Pero el secuestro de García Zúñiga no ha sido el único. El 1 de enero pasado, la reportera Fabiola González, del Diario de Xalapa, hizo un recuento de los funcionarios del Ayuntamiento de Poza Rica que fueron “levantados” durante 2024 por sicarios del grupo criminal asentado en la antigua Petrópolis, donde opera tranquilamente. Publicó una lista de al menos siete secuestrados. De estos, apuntó, “seis han sido localizados con vida, mientras que el caso más reciente, ocurrido el 5 de noviembre, aún permanece sin resolución”.
Y, en este año, Sergio Macías, alias El Rocky”, encargado de Comercio del Ayuntamiento, fue privado de su libertad el miércoles 22 de enero pasado cuando al frente de una asociación civil donaba alimentos a familiares de enfermos internados en el hospital regional de Poza Rica. Fue liberado hasta nueve días después. Tampoco hubo detenidos.
A mediados de agosto de 2023 ocurrió en Poza Rica un suceso escalofriante: autoridades federales y estatales hallaron 34 cadáveres en dos viviendas. Los cuerpos cercenados estaban en bolsas de plástico negras dentro de neveras y refrigeradores.
¿Y todavía niegan el ‘narcoterrorismo’?