Veracruz | 2024-10-15
Hoy quiero hablar de un personaje único para la historia del periodismo, de Uriel Rosas, a quien tengo la fortuna de llamar papá. Quiero hablar de él no solo por la admiración profunda y cariño que siento día con día, sino porque su historia y ejemplo de vida merece un profundo reconocimiento.
Comenzó en el periodismo desde temprana edad, realizando un periódico escolar pero llevado a grandes niveles donde con patrocinadores y socios hacía llegar la primicia a quienes gustaban de las noticias, esta misma pasión que tenía por informar y escribir, hizo posible que después se mudara a la Ciudad de México, donde aprendió de grandes figuras la importancia de la Imagen Pública y como uno de sus talentos es hacer amigos de inmediato siguió su crecimiento profesional en el periódico El Nacional.
Uno de sus amigos entrañables fue el poeta y escritor José Muñoz Cota, quien incluso le escribió un poema donde le describía como un escritor detrás de la máquina de escribir, quizás de ahí viene la vena de talento que tanto disfruto en las letras y aunque la trayectoria laboral y profesional de mi padre es amplia, principalmente en el Club de Periodistas de México, lo que más admiro de él no está en el ámbito laboral.
La labor periodística de Uriel Rosas es en demasía conocida en Veracruz y seguramente en grandes lugares de México, pero lo que pocos saben es su calidad humana, la valentía con la que lucha ante las adversidades de la vida y el amor que tiene para con los suyos. Para ser justa él toma por familia a toda persona que le corresponde con el mismo afecto, llevo 32 años viéndole entregarse a las personas, conducirse por la vida sin avaricia y cargado de empatía por los demás.
Durante mi vida siempre lo he visto madrugar sin importar la hora a la que despierta, inquieto por naturaleza, repleto de creatividad y donde alguien encuentra un NO el siempre ha estado lleno de posibilidades, siempre ha compartido con otros sus ideas y es de las personas que sin duda sabe el significado total de resiliencia.
Autores como Carol Growth hablan de la mentalidad de crecimiento, esa que toda empresa e institución educativa debería aplicar para generar a personas con apertura, que impulsen el desarrollo, pocas son las personas que la alcanzan pues la mayoría de seres vive en estado de competencia, queriendo justificar sus fallas, sin embargo estoy segura que mi papá es de esas personas que sabe adaptarse a la vida, lo he visto sobreponerse a todo tipo de giros y cambios de circunstancia y aunque tengo la certeza de que en su actitud mucho tiene que ver la compañía y dupla que hace con mi madre, también sé que su ánimo y punto de equilibrio hacen una gran parte.
Mi papá es Libra, nació un 11 de octubre, por lo que siempre busca un equilibrio en el mundo, es noble por naturaleza y también muy firme en lo que le llama profundamente la atención, es entregado a sus pasiones como lo es la lectura de temas políticos y análisis sociales, disfruta mucho de ser un coleccionista de distintos detalles como figuras de elefantes en diversos materiales y unas estatuitas de Cantinflas en distintos roles.
También sabe valorar el arte, los trazos finos o delgados de distintos artistas ya sea a brocha o finas caricaturas. Ama conocer el mundo y como mencioné antes tiene facilidad para hacer amigos, para él además de su familia de sangre están los lazos entrañables de personas con quienes se ha acompañado por años y de igual manera no hay un rincón del mundo donde no pueda entablar nuevas conversaciones y su curiosidad no le lleve a hacer nuevos vínculos, incluso cuando puede no hablar el mismo idioma el encuentra la forma de preguntar mediante señas y hacer notar su valía.
Hoy escribo llena de cariño y admiración porque fue su cumpleaños, pero también para que más personas sepan que el mundo necesita a seres así, personas comprometidas con sus pasiones, que las hagan una forma de vida y así puedan inspirar a los demás. Estamos ante tantos cambios que nos invitan a repensar nuestra realidad, nuestros líderes y las personas a las que queremos seguir, en medio de este panorama mi papá es para mi un super héroe de carne y hueso.