"Estoy agradecido con el oficio": Joel Cruz, albañil desde hace 10 años en Veracruz

El oficio de albañil es uno de tantos que ofrece momentos de dificultad y presión, pero a la vez instantes agradables, al menos así lo describe Joel Cruz Antonio, ayudante general en el ámbito de la construcción desde hace 10 años.

Integrándose al mundo de la albañilería por decisión propia en el 2015 para obtener ingresos, se fue enamorando de este gran oficio, pues en las obras se llegan a hacer amistades que perduran a lo largo de los años.

"Es agradable, solo que tiene sus momentos difíciles, sus momentos de presión. En este trabajo estás con compañeros que te la puedes pasar bien, te hacen reír, convives bien con los compañeros", menciona.

Joel tiene agradecimiento al oficio de albañil, pues ha aprendido diversas técnicas y formas para construir, aplicando ese conocimiento en el hogar, afirma orgulloso.

"Los que ya saben trabajar esto, en la casa le dicen -oye, necesito tomar una medida, o quiero poner un piso, o hijo quiero poner una cerca con concreto- y todo eso, pues uno ya lo sabe hacer, uno aprende de este trabajo y lo puede trabajar en su casa o con los vecinos", relata.

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"Hay que buscarle cuando escasea el trabajo"

A pesar de las buenas rachas de trabajo, siempre llega esa temporada donde escasean las obras, por lo que Joel menciona que ha tenido que buscar en otras áreas y otros oficios la entrada de dinero para mantener a su familia.

Llegando a ser lavador de autos, pintor, e incluso ha salido de la ciudad para trabajar en obras donde si hay espacio de personal, teniendo que dejar su casa y familia por unas semanas.

"Cuando la necesidad es grande, sabes que, aunque te sea difícil, sabes que no hay trabajo aquí en Veracruz tienes que salir y soportarlo, y tienes que ir para darle a tu familia lo que necesita", afirma.

Este 3 de mayo se celebra el Día de la Santa Cruz, donde también se reconoce a los trabajadores de la construcción, quienes a diario realizan jornadas largas de trabajo bajo los rayos del sol, lluvia y diversas condiciones climatológicas.

La tradición marca el adornar una cruz de madera con flores, para colocarla en lo alto de la obra en la que están trabajando, llevando a cabo una pequeña misa.

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