Ahora en Córdoba; periodistas exigen un alto a muerte de comunicadores

En protesta por los asesinatos de Yesenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García Olivera, periodistas de Córdoba marcharon por las calles de esa ciudad hasta llegar a las instalaciones de la Fiscalía, en donde se manifestaron.

"Somos compañeros de comunicación que hay en prensa escrita, radio y televisión y merecemos respeto y el derecho a no ser agredidos, señalados, denostados y discriminados, pues muchas veces desde el gobierno federal y estatal nos etiquetan e incrementan las agresiones hacia nosotros", indicaron.

Los reporteros señalaron que anteriormente las agresiones provenían de grupos criminales y políticos, pero hoy también son agredidos por ciudadanos que replican a esas autoridades que dan calificativos de “fifís” y “chayoteros”.

Recordaron que el lunes se dio el asesinato no solo de dos periodistas, sino de dos mujeres que eran madres, en un estado en donde los feminicidios, las agresiones de género y las desapariciones también son una constante.

Agregaron que ser mujer en Veracruz y además ser periodista, representa un doble riesgo.

Lamentaron que haya quienes se tienen que comprar un gas pimienta o hasta un arma, lo cual no tendría que ser, pero se ven obligadas ante la falta de políticas públicas para combatir la violencia de género y hacia las y los periodistas.

Agregaron que todos los periodistas salen hoy a la calle con la bendición de sus familias y expuestos a que algo les pueda pasar por llevar a la población la información a la que tiene derecho.

“¿Con qué nos defendemos? Con una cámara, con una grabadora. Exigimos que pare ese discurso de odio desde las cúpulas, pues solo ha desatado más las agresiones”, apuntaron.

Los comunicadores recordaron que si a alguien le molesta lo que escriben, saben quién lo hizo porque hay un nombre en la nota, pero también derecho de réplica y hasta recursos legales pero agredirlos porque alguien más los denosta no es lo correcto.

Cabe recordar que esta protesta se da apenas a un día de que en Orizaba y varias ciudades del país se llevaran a cabo movilizaciones por el asesinato de Luis Enrique Ramírez, cuyo cuerpo fue encontrado en Culiacán, Sinaloa, el 5 de mayo.