Veracruz, dolor de cabeza para el PAN de Marko Cortés

Algunos dicen que es un foco rojo, otros lo califican como el dolor de cabeza para el liderazgo nacional del PAN que encabeza Marko Cortés, lo cierto es que Veracruz se ha convertido en un entrampado y enmarañado caso sin resolver, sin conciliación -no se le puede llamar reconciliación porque nunca la ha habido entre los grupos- y parece que con miras a las próximas elecciones del 2023 y por supuesto la de la gubernatura, presidencial y senado en el 2024, efectivamente las alertas están prendidas.

Las dos elecciones internas se han ido a los tribunales. Se han judicializado y por donde se le vea eso es un mal mensaje, una pobreza de democracia interna en el Acción Nacional veracruzano.

En el primer caso, el Tribunal Electoral de Veracruz, TEV, y luego las dos instancias -sala Regional y Superior- del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, TEPJF, han intervenido y le han dado palo a la elección, teniendo que repetirse los comicios internos para elegir dirigente.

En esta ocasión, la segunda vez, ya pasó por el TEV y ahora por la primera instancia del TEPJF, y seguramente que en la Sala Superior ratificarán pues por procedimiento natural será difícil que contradigan a sus propios compañeros magistrados, le darán palo a los yunistas con su títere, Federico Salomón como dirigente, y ordenarán de nueva cuenta que se realice la elección interna del PAN estatal. Y la historia se volverá a repetir.

Las corrientes en disputa que están desquebrajando al partido son las de los Julencistas en alianza con el depuesto dirigente, Joaquín Guzmán, El Chapito, y que la primera vez tenían de aliados al mismo grupo de Tito Delfín y Enrique Cambranis; y por el otro lado la de los Yunes, decenas de alcaldes que los respaldan, con su fuerte y mayor peso de miembros activos en la conurbación, y ahora con Tito y Cambranis de su lado.

En el primer caso fue el 11 de noviembre de 2018 cuando resultó ganador al candidato José de Jesús Mancha Alarcón, yunista por supuesto, por encima de Joaquín Rosendo Guzmán Avilés.

Guzmán Avilés impugnó entonces el resultado ante la Comisión de Justicia del PAN en ese estado, que ratificó el resultado. Posteriormente el Tribunal Electoral Estatal ordenó a la Comisión de Justicia del PAN revisar a fondo la elección y emitir una nueva determinación, misma que fue similar, es decir dando la victoria a José de Jesús Mancha Alarcón.

Sin embargo, ante nuevos recursos el tribunal decretó la nulidad de la elección. Ambos contendientes impugnaron y el caso llegó a la Sala Regional Xalapa del TEPJF la cual decretó nuevas elecciones. La Sala Superior determinó lo propio y ordenó al partido convocar a comicios extraordinarios.

En septiembre del 2019 Joaquín Guzmán se ungió como nuevo dirigente al ganar por más de mil votos las elecciones extraordinarias, y era el presidente del CDE desde entonces hasta diciembre del año 2021 que ganó Federico Salomón Molina al suplir a Tito Delfín quien era el candidato original a la dirigencia y fue encarcelado en plena campaña.

Ahora, de nueva cuenta el conflicto interno los lleva a los tribunales, y otra vez el líder del CEN, Marko Cortés tiene en Veracruz un PAN desquebrajado, confrontado, y desgastado. Con elecciones judicializadas. A esto hay que agregarle el choque violento incluso para la elección del candidato a la alcaldía porteña del año pasado, entre esas dos fuerzas internas del albiazul. Julencistas y Yunistas.

Y por si fuera poco, la actual alcaldesa del PAN, Paty Lobeira terminó también en los tribunales para poder validar su triunfo.

Si las cosas siguen como van en el partido, el CEN bien podría nombrar un delegado en Veracruz y terminar con el choque de trenes pues los resultados electorales de junio del año pasado hablan de un PAN desdibujado en la entidad.

MUY EN CORTO

EL “FALSO TRIUNFO” DE MONREAL. Aunque el senador Ricardo Monreal Ávila lo festinó como un triunfo suyo en sus redes sociales lo cierto es que aún no hay liberados en Veracruz por la sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró inconstitucional el delito de ultrajes a la autoridad.

Y es que según la versión judicial los hermanos Antonio “N” y Heber Rafael “N” no fueron liberados por la derogación de ultrajes a la autoridad, sino porque a juicio de un juez de amparo, este consideró que no se acreditó la comisión del delito.

La juez de control en Coatepec, Adriana Arias Ferreira, dio cumplimiento al referido amparo, y dictó auto de no vinculación a proceso, eliminando la medida cautelar de prisión preventiva.

Toda vez que el referido amparo no ha causado estado y en cumplimiento del mismo, la juzgadora dictó medida de seguridad consistente en firma periódica cada lunes ante el órgano jurisdiccional.

El senador zacatecano hábil como es quiso “madrugar” estos casos no se pueden señalar como los primeros en salir de la cárcel luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolviera derogar el delito de ultrajes a la autoridad, ya que la resolución de las y los ministros se encuentra en trámite en el congreso local y por lo tanto, no se ha publicado el decreto correspondiente en la Gaceta Oficial del Estado. Así de lógico es.