La pandemia de coronavirus ha representado un golpe durísimo para la salud pública y para las actividades económicas y productivas.
En lo particular, el sector turístico tuvo una caída dramática, si se considera el número de restaurantes, hoteles y establecimientos enfocados a esas actividades que tuvieron que cerrar sus puertas.
El turismo representa para México el 9 por ciento del Producto Interno Bruto. Se estima que 4 millones 500 mil mexicanos dependen directamente de esta actividad.
De acuerdo con el Consejo Nacional Empresarial Turístico, que agrupa a 20 cámaras y asociaciones, el consumo turístico interior registró una reducción de 160 mil millones de pesos, en cifras comparadas entre el primer trimestre de 2021 con el mismo periodo de 2020.
Por si fuera poco, en todo el país se habla de una pérdida cercana a los 797 mil 500 empleos.
La pandemia provocó el despido de más de 59 mil personas que trabajaban en hoteles y que estaban inscritos en el régimen de seguridad social. El CNET revela que en establecimientos de alimentos y bebidas se ha registrado, entre enero de 2020 y junio de 2021, una pérdida de 133 mil 600 empleos formales.
Esa crisis ha significado un desplome en la recaudación que realiza el Sistema de Administración Tributaria en el sector turístico. A las arcas gubernamentales dejaron de ingresar cerca de 6 mil 300 millones de pesos en Impuesto Sobre la Renta y unos 3 mil 300 millones en Impuesto al Valor Agregado.
En 44 destinos turísticos, la ocupación hotelera cayó en más de 30 por ciento, indica la fuente; y no hay actividad relacionada con dicho sector que no resienta los efectos de la pandemia, desde el transporte hasta los artesanos, hoteles, restaurantes y prestadores de servicios, nadie se ha salvado.
Las expectativas indican que la recuperación para dicho sector comenzará de manera importante en 2023, para consolidarse en 2024.
No es un panorama alentador para una entidad como Veracruz, donde las actividades turísticas son muy importantes para la economía, sobre todo tomando en cuenta que algunos hoteles y restaurantes se han visto obligados a bajar las cortinas, suspender los servicios de forma temporal o reducir su capacidad de atención.
Hay hoteles importantes en el puerto de Veracruz cuyos propietarios tuvieron que prescindir de una parte de su plantilla laboral; otros cancelaron pisos, para evitar mayores gastos, o redujeron sus áreas de restaurante. En total, las estimaciones oficiales indican que entre mayo y septiembre de 2020, cerraron unos 250 hoteles en la entidad, aunque la mayoría volvió a abrir sus puertas.
Lo peor para quienes se dedican al turismo en Veracruz es que no se observa una estrategia ni acciones de beneficio para un sector que en la entidad camina a pesar de la ineficiencia de una dependencia como la Secretaría de Turismo, a cuya titular parece que le quedó grande el cargo.
De forma reciente, Xóchitl Arbesú, secretaria de Turismo en Veracruz, reconoció que la entidad está lejos de los niveles registrados previo al inicio de la pandemia; que la recuperación ha sido lenta, pero que se espera para el fin de año un repunte de 60 por ciento en la ocupación hotelera de la zona de las Altas Montañas y Los Tuxtlas.
La pregunta que salta tiene que ver con la actuación y, en su caso, las omisiones de Sectur-Veracruz, en los temas de la promoción turística y de los apoyos para quienes se dedican a dicha actividad; porque hasta hoy, la dependencia sólo se ha limitado a hacer recuento de los hoteles y restaurantes que han cerrado.
@luisromero85
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