Este 24 de Octubre de 2024, La Casa Blanca ha declarado la inteligencia artificial como un área de interés prioritario para la seguridad nacional de Estados Unidos. Esto implica un enfoque estratégico para asegurarse de que el país mantenga una posición de liderazgo en el desarrollo de la IA. Esta nota está dirigida especialmente a la Presidenta Dra. Claudia Sheinbaum Pardo y a los Gobernadores de los Estados, quienes deben estar al tanto de las implicaciones profundas que este memorándum conlleva.
Implicaciones para la Soberanía Nacional: Una de las principales preocupaciones que surgen es que, al declararse la IA como un tema de seguridad nacional, Estados Unidos podría tener el derecho de intervenir en la infraestructura y las bases de datos de las empresas de inteligencia artificial como OpenIA, Google AI, Microsoft Azure AI, Amazon Web entre otros, que operen dentro de su territorio. Esta situación representa un riesgo considerable para la soberanía nacional de cualquier país que dependa de plataformas alojadas o con infraestructura en territorio estadounidense para integrar la inteligencia artificial en sus procesos. Las bases de datos y los sistemas que pudieran utilizar la IA en sectores sensibles, como la Secretaría de Marina o la Secretaría de Defensa Nacional, podrían estar expuestos a la posible intervención de terceros, lo cual pone en peligro la seguridad interna.
Seguridad Nacional y Riesgos Militares: El hecho de que Estados Unidos haya declarado la IA como un asunto de seguridad nacional indica que la consideran una tecnología con potencial de impacto militar significativo, que podría convertirse en un riesgo para cualquier nación.
Este enfoque de la Casa Blanca subraya la importancia de la IA no solo como una tecnología comercial, sino también como una herramienta estratégica para la defensa y la seguridad nacional. Esto pone de relieve la creciente preocupación por el papel de la IA en el poder y la estabilidad a nivel global, y hace un llamado urgente a los gobiernos de otras naciones a reflexionar sobre su dependencia de estas plataformas y a considerar el desarrollo de alternativas propias para salvaguardar su soberanía y seguridad.
México debería invertir fuertemente en su propio desarrollo de inteligencia artificial para salvaguardar su soberanía y, sobre todo, para proteger la documentación oficial ultrasecreta o no pública que pudiera tener. Depender de plataformas como OpenAI u otras plataformas de inteligencia artificial con sede en Estados Unidos representa un riesgo significativo, ya que la intervención extranjera podría comprometer información sensible de seguridad nacional. Por ello, resulta imperativo que México fortalezca sus capacidades tecnológicas internas y desarrolle infraestructura propia que asegure la autonomía y la seguridad de sus sistemas críticos y de defensa. Esta es una sugerencia meramente personal de quien en esta columna escribe, con la intención de promover una reflexión sobre la importancia de la soberanía tecnológica.
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