El PRI como partido político no cambia desde su creación como instituto hegemónico siempre estuvo manejado por caciques en el estado de Veracruz, el gobernador en funciones del tricolor decidía quienes serían los presidentes municipales y los legisladores tanto locales como los federales, era el estilo del partido en el poder durante siete décadas y se acostumbró al pueblo veracruzano al acatamiento de estos ordenamientos.
La creación de caciques surgió cuando eran tres facciones las que decidían la poderosa CTM del eterno Fidel Velázquez de los trabajadores y obreros, la CNC de Heladio Ramírez con los campesinos, la CNOP que eran los civiles que trabajaban en importantes cargos dentro de los gobiernos federales y estatales.
En estas pasadas elecciones municipales no hubo duda que los caciques que aún perduran manejan sus municipios que controlan. Orizaba con el empresario de negocios automovilísticos Juan Manuel Diez Franco, Cosoleacaque que heredaron de su padre Cirilo Vázquez dueño del legendario rancho El Mangal, con su hermano, el belicoso Ponciano y que ahora deciden quién se queda con ese ayuntamiento del sur de Veracruz, Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi y por último Perote con los Yunes Zorrilla, ajenos a los Yunes Linares y Yunes Landa de Soledad de Doblado que por ciento perdieron ese municipio con la alianza de Morena y el Verde Ecologista, con Elsa Cruz Méndez Ibarra.
Son importantes los golpes que ha dado el gobierno federal de Claudia Sheinbaum al crimen organizado, al grado que ahora están reclutando a exmilitares de otros países para sus actividades ilícitas.
Para reforzar sus filas han contratado desde colombianos, ucranianos, israelíes, holandeses y hasta rusos, porque quieren recibir un mejor adiestramiento ante los miles de capturas que han realizado las fuerzas armadas y de seguridad y como cada día son menos, ya no convencen a los jóvenes mexicanos que en el pasado no contaban con los trabajos y actividades que ofrecen las autoridades nacionales, como el programa de Jóvenes Haciendo Futuro o Sembrando Vida.
Cuentan hoy en día con mejores oportunidades que perder la vida en hechos delictuosos o pasar el resto de sus existencias en un reclusorio.
Sobre el mismo tema: porque pasan desapercibidos, como si no existieran los altos funcionarios estatales del gobierno de Rocío Nahle García. El secretario de Gobierno, Ricardo Ahued Bardahuil y el subsecretario José Manuel Castro Pozos, encargados de mantener la gobernabilidad del estado entre otras importantes funciones y al parecer tienen un pacto de silencio con los medios.
Por lo regular no aceptan invitaciones y tienen que pedir permiso.
Lo mismo ocurre con los demás secretarios como el de Finanzas, Miguel Santiago Reyes Hernández, el de Infraestructura y Obras Públicas, Leonardo Cornejo Serrano, Margarita Santopietro, titular de Desarrollo Social, entre otros funcionarios de relieve.
Los presidentes López Obrador y Claudia Sheinbaum invitan a miembros del gabinete a sus conferencias mañaneras y sería recomendable que los funcionarios estatales participaran de manera más activa y no dejarle todo el trabajo informativo a la gobernadora Rocío Nahle que tiene otras actividades más importantes que desarrollar.
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