Resiliente y eficiente: semana mundial del agua 2021

La semana mundial del agua, la cual se llevará a cabo en Estocolmo Suecia, del 23 al 27 de agosto, es un encuentro de carácter anual en el que se tratan las cuestiones más urgentes relacionadas con los recursos hídricos, tiene como objetivo vincular la comprensión científica con las políticas y la toma de decisiones para brindar soluciones concretas a los desafíos relacionados con el agua, el medio ambiente y el desarrollo;  no es solo la principal conferencia anual sobre problemas mundiales del agua, también es un poderoso movimiento para el cambio, en 2021, la semana mundial del agua se centra en las principales transformaciones que deben tener lugar si queremos alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y reducir las emisiones de carbono.

En la Semana participan más de 130 países con diferentes diciplinas profesionales, con un enfoque en la colaboración y el aprendizaje compartido, como un catalizador importante para el cambio que atrae a los principales investigadores, tomadores de decisiones, representantes comerciales, ONGs, estudiantes y organizaciones internacionales; que acuden para obtener una nueva inspiración y formar alianzas que puedan influir en otros procesos internacionales, como la problemática sobre el cambio climático.

El tema de 2021 es “construir resiliencia y eficiencia”, con un enfoque en soluciones concretas a los mayores desafíos relacionados con el agua en el mundo, comenzando con la crisis climática e incluyendo la escasez de agua, la seguridad alimentaria, la salud, la biodiversidad y los impactos de la COVID- 19.

El clima, los ecosistemas, la sociedad y las economías interactúan de forma dinámica y el agua suele ser el conector. La ONU estima que 3,600 millones de personas en todo el mundo, casi la mitad de la población mundial, ya están viviendo en áreas con potencial escasez de agua al menos un mes al año, y podrían aumentar entre 4,800 y 5,700 millones de personas en 2050. El hambre, los fenómenos meteorológicos extremos, los desastres y el desempleo van en aumento, lo que puede avivar los conflictos y desestabilizar a las sociedades.

El agua se encuentra en el corazón de la crisis climática, pero la sensibilización sobre su importancia y complejidad con demasiada frecuencia se deja fuera del discurso público. Sin embargo, se puede revertir la tendencia. La buena gobernanza del agua es una de las herramientas más importantes, ya que la crisis climática a menudo se manifiesta con fenómenos hídricos extremos, como sequías o inundaciones. El agua también puede ayudar a lograr los objetivos de desarrollo sostenible mientras se aborda la crisis climática.

La construcción de sociedades resilientes y justas debe ser una de las principales prioridades de todos los responsables de la toma de decisiones. Por lo que debemos repensar todo, desde cómo cultivamos alimentos y generamos energía, hasta cómo viajamos y usamos los recursos naturales. Esto requerirá innovación y colaboración entre gobiernos y personas de todo el mundo.

El agua es la clave para la prosperidad futura resiliente, juntos, podemos lograr un mundo que conserve el agua. No tenemos excusa para la inacción: tenemos suficientes hechos, soluciones, experiencias y un mayor sentido de urgencia para actuar ahora.

#CambiaUnaAcciónCambiaTodo.