Aparte del impedimento por el requisito legal de la edad, en algunos círculos académicos de la Universidad Veracruzana (UV) existe la percepción de que el rector Martín Aguilar ha solicitado a la Junta de Gobierno la prórroga automática para otro periodo más de su rectorado porque, de abrirse la convocatoria a otros aspirantes tal como lo hicieron los tres exrectores autónomos reelectos que le precedieron, no tendría argumentos ni resultados contundentes para justificar su ratificación.
A la camarilla de Aguilar le imputan el desastre de la UV en los últimos cuatro años.
Rafael Vela Martínez, un académico que ha manifestado su interés por la Rectoría, publicó recientemente un libro titulado "Universidad Veracruzana: su pasado inmediato y sus retos actuales", en el que exhibe una serie de datos estadísticos que dejan malparada a la administración de Aguilar.
La información, dice, "no fue fácil de conseguir, pues incluso habiendo sido solicitada a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) hubo reiteradas negativas por el proveedor (actual administración de la UV a cargo del Rector Martín Aguilar) y, en otros casos, lapsos de tiempo muy amplios (2 o 3 meses) para responder", asentó en un texto titulado "Universidad Veracruzana: lo que el Rector no quiere que sepas", que difundió en redes sociales.
En cuanto al prestigio, señala que de acuerdo con Quacquarelli Symonds, la UV ocupa el lugar 1,483 de las 1,500 universidades más importantes a nivel mundial y el último lugar entre las 32 principales universidades del país.
En infraestructura universitaria apunta que, de 212 demarcaciones municipales del estado, la UV únicamente cubre 21 municipios a través de sus programas educativos e instalaciones multiculturales. Sus estudiantes provienen en promedio de solo 52 municipios. En términos territoriales, da cobertura únicamente al 24.5% de los municipios veracruzanos.
Respecto al patrimonio inmobiliario de la UV, refiere que éste ha crecido a una tasa de 0.62% anual en el actual periodo, muy inferior al 1.18% anual presentado en el periodo de 2005 a 2021, durante los rectorados de Raúl Arias y Sara Ladrón de Guevara.
En cuanto a la matrícula universitaria por periodo rectoral, con Arias Lovillo (2005-2013) creció 34.56%; con Ladrón de Guevara (2014-2021) subió 5.91%, y con Aguilar Sánchez (2022-2025) 4.11%.
La demanda de ingreso a la UV en 2024 cayó en 11.12% respecto al último año del rectorado de Ladrón de Guevara (2021).
Los egresados de la UV solo representan el 15.41% de los egresados de educación superior de todo el estado, y los egresados titulados por modalidad de trabajo de investigación han decaído en un 31.56% con la actual administración del Rector Aguilar.
La permanencia de los universitarios en las aulas es de 5 años en promedio; es decir, es común que los estudiantes tarden un año más en egresar de lo estipulado en el plan de estudios, llegando a casos extremos de permanecer hasta 7 años. Todo esto se debe a que durante la administración del Rector Aguilar no se ha actualizado el modelo educativo (MEIF) ni se ha invertido en infraestructura y contratación de docentes.
Para este año, solo el 38.78% del personal docente son maestros de tiempo completo; el resto, más del 60%, son contratados por hora.
Y, durante el rectorado de Aguilar, la UV ha perdido el 12% de investigadores de tiempo completo.
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