Hace 16 días expusimos aquí la investigación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz (CEDHV) relacionada con actos de violencia laboral documentados en contra de una persona que se ha desempeñado en la Secretaría de Desarrollo Institucional de la Universidad Veracruzana y que puso en entredicho al indolente rector Martín Aguilar Sánchez, quien al tomar las riendas de la UV alzó la bandera de la protección a los derechos humanos de la comunidad universitaria.
Pero últimamente han surgido otros puntos negativos para el rectorado de Aguilar Sánchez: la denuncia que por "acoso laboral" y "homofobia" hizo este lunes 17 de febrero Hugo Geovanny Pacheco, del Departamento de Medios Audiovisuales, acusando a su ahora ex jefe Hugo Garizurieta Bernabé, quien aparentemente recién renunció al cargo. Y a ello se suma la declaración del vicerrector de la región Córdoba-Orizaba, Mario Guapillo Vargas, sobre denuncias por "acoso sexual".
Pero lo grave es que, en lo registrado en el expediente de la Recomendación 004/2025 interpuesta por la CEDHV, aparezcan indicios de que el rector pretenda proteger a funcionarios de su primer círculo que abusaron de la Víctima, con antigüedad de 14 años y acreditación de estudios de posgrado, la cual sufrió hostigamiento y acoso laboral desde noviembre de 2022.
Y aunque al inicio había buena relación entre la titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional y la Víctima, este hecho cambió radicalmente. Según se consigna en la denuncia, el trato que se le dio a la Víctima "tenía la finalidad de invisibilizarla, como una expresión de acoso laboral".
Así, se determina que "el ambiente laboral hostil del que fue objeto la Víctima provocó daños a su integridad personal mediante los sentimientos externados como la frustración, impotencia, disminución de su autoestima, cuestionamientos sobre su capacidad intelectual y angustia por el trabajo acumulado que le llevaba a un estado de estrés laboral permanente".
A pesar de que la Víctima solicitó el 17 de enero de 2023 a la titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional un cambio de adscripción, éste le fue negado. Lo mismo hizo con el rector Martín Aguilar, en una misiva digital enviada el 09 de marzo de 2023, exponiendo sus condiciones de salud y el cambio de adscripción. La respuesta llegó hasta el 14 de abril de ese año, cuando ya la CEDHV había solicitado "medidas cautelares" a favor de la Víctima.
La CEDHV concluyó que esta persona "fue víctima de violencia laboral de carácter vertical descendente. Es decir, la víctima sufrió actos de abuso de poder (a través de una persona jerárquicamente superior) en su centro de trabajo, con la finalidad de invisibilizarla (limitar la comunicación directa), humillarla (descalificar su trabajo frente a otros) y consumirla intelectualmente (asignarle tareas alejadas de aquellas para que está profesionalizada), en contravención con lo que establece el artículo 11 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
El acoso laboral se acreditó cuando la Víctima era trabajadora adscrita a la Secretaría de Desarrollo Institucional. Por todo ello, la UV deberá ofrecer una disculpa privada a la Víctima, para seguir protegiendo su identidad. En esa disculpa, la institución debe reconocer "las violaciones a sus derechos humanos, su responsabilidad en éstas y se asuma el cumplimiento de repararle el daño en los términos precisados en esta Recomendación", ordena la CEDHV.
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