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Le pone Bryan LeBarón el cascabel a Cuitláhuac García

2022-01-15 | 10:50 a.m.
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El activista mexicano-americano Bryan LeBarón solicitó al presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, investigar posibles nexos del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez y de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, con algunos cárteles de la delincuencia organizada.

Pero LeBarón no sólo se lo pidió a Biden, sino que esta vez se fue más allá y su misiva solicitando ayuda urgente por los acontecimientos violentos con los que ha iniciado el año en México, llegó al Senado de los Estados Unidos.

Bryan es sobrino de Adrián LeBarón y primo de Ronhita, quien el 4 de noviembre del 2019 fue acribillada de forma artera junto con cuatro de sus pequeños hijos en un paraje de la Sierra de Bavíspe, en la frontera entre los estados norteños de Sonora y Chihuahua.

Desde entonces, su activismo contra el narcoterrorismo que se vive en México se ha venido intensificando y se ha declarado abierto adversario del Presidente Andrés Manuel López Obrador y su forma de llevar las políticas públicas acerca de la seguridad.

Su doble nacionalidad le permite hacerlo y su sorprendente carta dirigida al Presidente Baiden en la Casa Blanca, tomó fuera de la base al gabinete mexicano, pero también a dos gobernadores que nunca pensaron en esta embestida.

El primero de ellos es Cuauhtémoc Blanco, a quien en los primeros días del año le fueron reveladas por un periódico mexicano fotografías con los líderes del narcoterrorismo en Morelos.

Al ex futbolista símbolo del equipo más popular de México se le está viniendo el mundo encima, luego de que periodistas investigadores han dado cuenta de cómo desde su oficina se realizan jugosos negocios, pero sobre todo, porque nunca ha permitido que se toquen a los grupos delincuenciales.

Por otro lado, Bryan LeBarón volvió a poner el dedo en la llaga de López Obrador, quien a pesar de que cada día recibe informaciones verdaderas acerca del pésimo trabajo que realiza su pupilo veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, insiste en defenderlo a diestra y siniestra.

Con su carta en la que pide a Biden investigar los nexos de ambos gobernadores, LeBarón, volvió a poner otro negativo más en la percepción que se tiene de Cuitláhuac García, como el peor gobernador del país.

Apenas unos días atrás “El Cuic” había reculado y ordenado que el Congreso del Estado revise la legislación de su iniciativa, en la que pidió endurecer el delito de ultrajes a la autoridad, pero que después de su batalla perdida ante el Senador Ricardo Monreal tendrá que desaparecer.

No había aún pasado el efecto de la gigantesca derrota ante Monreal, cuando sin esperarlo, sin que nadie de su equipo lo previera, vino un golpe mayúsculo cuando Bryan LeBarón  lo ha puesto y tachado como un posible malándro de la política mexicana.

“Estados Unidos produce las armas y los cadáveres son hechos en México”. Dura frase de Bryan, que desde su cuenta oficial reconfirmó su solicitud de investigar los posibles nexos “entre algunos cárteles y los gobernadores de Veracruz y Morelos”, en ese orden.

Sin mediar pruebas, Bryan LeBarón dice sin decir que Cuitláhuac y Cuauhtémoc son “narco-políticos”, a quienes califica como un cáncer, la pandemia que mata personas y países.

Bueno, las cifras de lo mal que hace las cosas el Gobernador de Veracruz son soportadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, pues Veracruz cerró el año 2021 con un total de mil 353 personas asesinadas o ejecutadas.

Lo anterior quiere decir que hubo 93 ejecutados más en Veracruz en el año que finalizó, que en el anterior 2020, cuando los datos y cifras presentaron mil 260 al concluir ese año.

Si se toma en cuenta que en 2019 la administración de Cuitláhuac tuvo mil 617, quiere decir que en los tres años en los que dice gobernador, García Jiménez suma en total 4 mil 230 personas en mil 95 días.

De acuerdo a estas cifras, en el Veracruz del “bailador” Cuitáhuac García Jiménez es ejecutada una persona cada seis horas, es decir cuatro pierden la vida de manera violenta cada 24 horas.

Al menos en las cifras, la solicitud de Bryan LeBarón al gobierno de los Estados Unidos vía su Presidente, pero también al Senado, para que se lo solicite a las distintas agencias de seguridad nacional de ese país es justificada, en cuanto a la manera violenta que suceden las cosas en el estado sureño.

Las dependencias de Seguridad Nacional en México establecen que en el Veracruz de García Jiménez existe la presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Cartel del Noreste, los Zetas, Zetas Vieja Escuela, Grupo Sombra, Cártel del Siglo y La 35Z, como principales grupos delincuenciales.

Con estos datos, Bryan LeBarón por alguna extraña razón, decidió lanzarse abiertamente en contra del Gobernador de Veracruz, pero nombrando de forma directa a su secretario de Gobierno, Erick Cisneros, a quien en distintos medios nacionales e internacionales se relaciona con acuerdos con el crimen organizado en la entidad.

Bryan LeBarón no es un activista que normalmente salga a hacer este tipo de declaraciones, pero cuando ha actuado, ha logrado que las autoridades en los Estados Unidos logren lo que él busca.

Es el caso de la decisión que se tomó en una corte de Salt Lake City en 2020, cuando un juez le dio la razón mediante su equipo de abogados y se determinó que los grupos que tuvieron qué ver en el multihomicidio de las familias LeBarón, Miller y Langford, en noviembre de 2019 en Sonora, ahora ya son calificados como grupos terroristas.

En México es poca conocida esta resolución,  por cierto, cuyos abogados son los mismos que lograron que los jueces estadunidenses declararan al Grupo AlQaeda como “terroristas”.

Con ese nivel de asesoría, seguramente Bryan LeBarón y su familia, pronto podrán dar noticias acerca de sus peticiones al gobierno de Biden.

Mientras tanto en México, mientras tanto en Veracruz, seguramente ahora sí las autoridades del más alto nivel tendrán qué poner sus barbas a remojar, pues cuando el gobierno y las agencias de Estados Unidos te ponen el ojo, es porque no te lo van a quitar jamás.

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