El reciente anuncio de implementar un programa de recompensas para combatir la delincuencia en el sur del estado, representa un viraje importante en la estrategia de seguridad. La medida, anunciada en el contexto de un operativo especial en Coatzacoalcos, apunta directamente a un problema estructural, la reincidencia delictiva de quienes, tras obtener su libertad, vuelven a sembrar miedo y caos en comunidades ya golpeadas por la violencia.
El uso de recompensas no es un recurso nuevo en materia de seguridad pública, pero en este caso marca un intento por sumar a la sociedad civil a una lucha que no puede ganarse únicamente desde el aparato institucional.
La posibilidad de que ciudadanos colaboren aportando información a cambio de un incentivo económico puede, si se aplica con cautela y responsabilidad, traducirse en resultados concretos.
Sin embargo, el éxito de esta medida no dependerá solamente del monto ofrecido o de la difusión de los casos, sino de la credibilidad del sistema de justicia y la protección efectiva de los informantes.
Parece ser que la vida ecológica es menos importante cuando se trata de satisfacer los intereses personales, pues la entrada económica hace olvidar el daño ambiental que le estamos dejando a las futuras generaciones.
Con tal solo poner dinero en la mesa, las autoridades encargadas de proteger y cuidar el medio ambiente otorgan permisos increíbles para que empresas construyan complejos habitacionales sobre manglares y otros cuerpos de agua importantes en el mundo.
La lucha de los ambientalistas y ejidatarios que aún buscan conservan este tesoro natural parece ser interminable, pues cada vez hay más interesados en terminar con la flora y fauna de las regiones.
El Arroyo Moreno es uno de esos pulmones arbóreo naturales que les da vida a por lo menos cuatro municipios del estado de Veracruz, y lleva años siendo depredado por constructoras que buscan arrancar un pedazo de esa reserva natural para llenar sus arcas de dinero.
El tiempo se encargará de hacer pagar a todo aquel que ahora no le importa destruir la vida, eso dicen los expertos.
¿Dónde están esas dependencias y autoridades que prometieron cuidar los pulmones de la tierra? desaparecen cada que se da a conocer un relleno o tala de manglar. O tal vez ya saben y por eso se hacen los desentendidos.
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