El panorama del empleo y la pobreza laboral en Veracruz

La organización no gubernamental México, ¿cómo vamos?? actualizó recientemente sus indicadores económicos estatales, revelando un panorama mixto para el estado de Veracruz. Los datos ofrecen tanto avances como retrocesos en rubros como el empleo formal, la informalidad y la pobreza laboral.

Según el semáforo económico de la organización, Veracruz ha perdido 7,386 empleos formales en lo que va del año, lo que coloca a la entidad lejos de su meta anual de generar 28,125 nuevas plazas.

La pérdida de empleos comenzó a registrarse a partir de mayo de 2025, tras cuatro meses consecutivos de cifras positivas. Esta tendencia negativa representa un retroceso en el mercado laboral formal del estado.

Otra señal de alarma es el aumento de la informalidad laboral, que pasó del 66.5% al 70.1%. Esto significa que siete de cada diez trabajadores en Veracruz laboran sin acceso a seguridad social, sin prestaciones y sin la protección de las leyes laborales. Este nivel de informalidad se ha mantenido prácticamente inalterado desde el tercer trimestre de 2024, lo que evidencia un problema estructural persistente y de difícil resolución.

No obstante, no todas son malas noticias. El informe señala que la productividad en el estado —medida en pesos generados por hora trabajada— aumentó de 160 a 165 entre 2023 y 2024. Además, la pobreza laboral mostró una leve mejoría, al pasar del 46.1% en el primer trimestre de 2024 al 45.7% en el mismo periodo de 2025.

Este último dato resulta especialmente relevante si se considera que Veracruz llegó a registrar niveles de pobreza laboral superiores al 53% en el segundo trimestre de 2023.

Aunque la reciente disminución representa un avance, el indicador sigue my alto. Según datos del Coneval, Veracruz ocupa el cuarto lugar nacional en pobreza laboral, sólo por debajo de Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Peor aún: entre el tercer y cuarto trimestre de 2024, Veracruz fue el estado donde más creció la pobreza laboral y el segundo con mayor caída en el ingreso laboral real.

El balance es claro: si bien existen avances en productividad y una ligera disminución en la pobreza laboral, estos logros son insuficientes frente a la pérdida de empleos y el crecimiento sostenido de la informalidad. La entidad requiere con urgencia un impulso a la generación de empleos, mejores salarios reales y condiciones laborales dignas, a efecto de que  los indicadores positivos dejen de ser excepciones dentro de una tendencia que, por ahora, apunta hacia el estancamiento.

@luisromero85