La vida del periodista

Con el paso del tiempo, el periodismo se constituye en el más grande legado de los seres humanos en toda su historia 

Alguien que se toma un momento de su tiempo en el día a día para describir lo que sucede de trascendencia o no alrededor de todos, pero que a veces no se mira.

Esa aguda mirada con la inocencia de un niño, es la mirada del periodista que ejerce su labor en forma callada y discreta 

Pero, en que la actividad del periodista va más allá de el entenderse asimismo, y para lo cuál en el camino del reportero, hay que dejar sueños, anhelos, incluso a la familia, para vivir en la más extraña soledad positiva como diría Carl Jung, para hacer de lo que pudiera ser un sacrificio, y se convierte en la realidad simplemente en darse a los demás, sin medida y en forma generosa entregar toda una vida, para que la mirada personal, se convierta en la mirada, voz y oídos de los otros.

Para hacerlo y lograrlo hay que despojarse además del ego y de la comodidad, porque el periodista ocupa la redacción como su casa y la mente como su más severa censura de escribir para los oprimidos, débiles y los sin voz.

Esa mística del periodista, es la que don José Pablo Robles Martínez, imbuyó a toda una legión de egresados de la Facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana y que hoy se conoce como Facico, y sigue vigente al paso de los años: la pasión por el periodismo.

En los 80 años de la fundación de la UV, y 70 de la antigua Facultad de Periodismo, Robles Martínez, se convierte en el ejemplo a seguir en el alma mater de ejercer con gran pasión el periodismo y construir todo un gran legado para las actuales y futuras generaciones que hacen de la tarea de informar su compromiso de vida con todo sus riesgos y satisfacciones de ejercer la delicada misión de informar.

Pero la pregunta que a veces llega a la mente inquieta, es el anhelo esperanzador de que el maestro José Pablo Robles Martínez, reciba de la Universidad Veracruzana el doctorado honoris causa. Así sea. Así las cosas.