En algo tiene razón el gobernador Cuitláhuac García: el monto de las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación al Gobierno de Veracruz, derivadas de la revisión al ejercicio 2020, no se compara con las irregularidades detectadas a los pasados gobiernos; en ese terreno, la administración veracruzana ha marchado prácticamente sin problemas.
La ASF reveló que existen observaciones por más de 157 millones de pesos en el ejercicio de los recursos federales de dicho año.
En eso derivó la realización de 26 auditorías al gobierno estatal.
El gobernador precisó que Veracruz está en el lugar número 13 de las entidades observadas y que tiene un plazo de 30 días hábiles para aclarar las observaciones; y que no existe daño patrimonial.
En su conferencia de prensa de este miércoles, el ejecutivo veracruzano sostuvo que esos 157 millones sólo representan el 0.13 por ciento de los 120 mil 730 millones que ejerció en Gobierno del Estado durante 2020.
Esas observaciones, lo dijo bien, son poca cosa, si se compara con el monto de las irregularidades detectadas en el pasado: más de 19 mil millones en la auditoría al ejercicio 2016; y más de 15 mil 800 millones en 2015.
Indicó Cuitláhuac García que en 2017, la ASF emitió observaciones a Veracruz por más de mil millones; en el 2018, por mil 778.
Sin embargo, agrega, los recursos observados bajaron a partir de la llegada de la actual administración estatal: en 2019, al gobierno de la entidad le giraron observaciones por 548.3 millones de pesos; y en 2020, por 157.3 millones.
En pocas palabras, destaca que la reducción en el monto de las observaciones fue del 69 y 91 por ciento en dichos ejercicios.
En pocas palabras, esas presuntas irregularidades, considerando el monto de los recursos que ejerce Veracruz, son prácticamente nada, sobre todo si se compara con las anomalías que le encontraron a las tres pasadas administraciones veracruzanas.
Por supuesto, lo deseable sería que la ASF no emitiera ninguna observación en sus auditorías; que los recursos se manejen con absoluta eficiencia, honestidad y transparencia en el gobierno estatal; y que las recomendaciones sólo fueran por errores administrativos o de trámites; sin embargo, la significativa reducción en el monto de las presuntas irregularidades es un avance importante.
Es, en resumidas cuentas, un punto a favor del gobierno de Cuitláhuac García. Ahora sólo falta que corrija las broncas que tiene Veracruz en materia de inseguridad; que la generación de empleos se encuentre a la altura de las expectativas; que disminuyan, aunque sea un poco, los niveles de pobreza y pobreza laboral: y que dé respuesta a los señalamientos por el tema de los ultrajes a la autoridad, que no ha salido de la agenda estatal desde diciembre pasado.
@luisromero85
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