El estado de Veracruz como Durango estuvieron en el ojo del huracán, por un lado por las elecciones municipales y en el contexto nacional, porque oposición y la delincuencia organizada le apostaron a la violencia y al abstencionismo.
Si bien es cierto no se alcanzaron los números en participación ciudadana de unas elecciones pasadas como en el 2018 o 2024 es obvio porque en estos años se trataron de comicios federales, para renovar Presidencia, senadurías y diputaciones, y en Veracruz, gubernatura.
No obstante, el pueblo veracruzano cumplió con su responsabilidad ciudadana, y acudió a las urnas a pesar de ser una elección municipal solitaria.
Se le dio un portazo en el día de los comicios a la violencia. Hasta el cierre de esta edición no se tuvo un solo deceso y el que la gente haya salido a emitir su voto, fue la ganancia democrática, para un estado fustigado desde un inicio y rodeado de agoreros del desastre.
Una vez que ha terminado el proceso electoral, la gobernadora Rocío Nahle tendrá que demostrar lo que ha ofrecido, y ha sido, ser una demócrata. Pues ha dicho que habría de respetar la voluntad del pueblo, por lo que tras los resultados seguramente dará la vuelta a la hoja y a sabiendas de su pensar y doctrina, habrá de darle para adelante.
Y es que, si no hay trabajo que hacer en el estado, más que eso, por ello, lo ideal es que quienes ganaron se sumen a partir del 1 de enero, y el gobierno de Nahle, reconozca, como seguramente será, a cada uno de los ganadores.
Destaca en este proceso que Movimiento Ciudadano pasa a ser la segunda fuerza electoral en el estado o araña esa posición en disputa con el PAN. Y es que hasta anoche se contabilizaban poco más de 30 municipios para el partido naranja, algo que buscaron desde un inicio.
Lo que si mostró Morena, a diferencia del régimen pasado cuando entró por primera vez al gobierno estatal, ahora venía por todas las canicas en la conurbación. Y así, además del puerto jarocho, está en la pelea con Boca del Río.
Alvarado, lo araña pero no le daba sin embargo, contra el Partido Verde, que actualmente gobierna de la mano de la alcaldesa, Lizethh Alvarez.
Y Medellín, hasta la media noche estaba muy cerrado. Mientras que el inobjetable fue Veracruz.
"Hoy la Cuarta Transformación aterriza en el puerto de Veracruz", fue la frase contundente de Rosa María Hernández Espejo al anunciar su triunfo ante los medios de comunicación, basada en las encuestas de salida que le daban como ganadora con un 2 a 1 en la elección por la alcaldía del puerto.
Y es que la 4T se apodera así, por primera vez, del gobierno municipal de la ciudad más importante del estado y del puerto más importante del golfo de México.
"Estamos haciendo historia una vez más. Hoy la Cuarta Transformación aterriza en Veracruz", señalaba anoche Rosa María, además del agradecimiento a su militancia y quienes le dieron el triunfo en las urnas.
Con una ventaja contundente de casi 25 puntos, Hernández Espejo sentenció: "Este triunfo no es mío, es del pueblo de Veracruz, que decidió recuperar su ciudad. Vamos a cumplir todos nuestros compromisos con amor, con alegría y con mucha responsabilidad".
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