La celebración del Día de Muertos es una tradición mexicana de origen prehispánico que tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre principalmente, sin embargo, se dice que desde el 28 de octubre comienzan a llegar las almas. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la nombró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2008.
Esta fiesta mexicana nos recuerda cuán finitos somos; no obstante, también nos enseña que la muerte es parte de la vida y debemos festejarla.
"De nuestros indígenas hemos aprendido a percibir a la muerte como una etapa en la que debemos regocijarnos. En la época prehispánica muchas etnias mesoamericanas rendían culto a la muerte. Entre ellas estaba la mexica cuyos dioses encargados de definir el destino de las ánimas eran Mictecacíhualt y Mictlantecuthli. Ambos eran señores del Mictlán o "lugar de los muertos". Sin embargo, para llegar ahí, las almas debían lidiar y sortear una serie de obstáculos para conseguir el descanso eterno. *
De acuerdo con el Códice Florentino, el Mictlán estaba dividido de acuerdo con la manera de morir. Por ejemplo, a la Tonatiuh Ichan -casa del sol- entraban aquellos guerreros que habían muerto en el campo de batalla. Otro sitio era el Cincalco, casa del dios Tonacatecutli, a este iban quienes murieron siendo infantes pues al ser tan jóvenes se les consideraba inocentes. *
Para que las almas iniciaran el trayecto, los vivos se encargaban de acompañarlos en la distancia por medio de un ritual. Este se iniciaba con la muerte de un ser querido. El deceso se anunciaba con gritos y llantos emitidos por las mujeres ancianas de la comunidad. Después se amortajaba a la persona difunta junto con todos sus objetos personales. Posteriormente, se alimentaba simbólicamente con majares exquisitos al cuerpo. *
Después de cuatro días, se llevaba el cuerpo a enterrar o cremar. A partir de ese momento, el alma emprendía el difícil trayecto. Luego, cada año durante cuatro años, se realizaban ostentosas ceremonias en el lugar donde se encontraban las cenizas o el cuerpo de la persona muerta. Así, este complejo ritual no solo ayudaba a que las almas descansaran sino también a facilitar el proceso del duelo de los familiares. *
Con la llegada de la población europea, este ritual sufrió un proceso de aculturación, influido por la catequización de la religión católica. La fiesta del dios del inframundo se unió junto con la celebración de los difuntos y se reinventó el proceso hasta ser concebido como lo conocemos ahora.". (Fuente: * www.mexicodesconocido.com.mx ).
En el marco de esta gran celebración para el pueblo mexicano, como lo es el Día de Muertos, de tintes pintorescos, con el tono de burla hacia la muerte, en la que mucha gente se personifica de ella misma, en donde abunda el baile, las risas, la comida y la bebida, es inevitable dejar de recordar a todas las mujeres muertas como consecuencia de un acto de violencia androcéntrico.
En mayo de 2019, México reconoció -al menos en la firma de convenios- al feminicidio como un grave atentado a las mujeres y junto con la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea, lanzaron la Iniciativa Spotligth México, una alianza estratégica que busca prevenir y combatir los feminicidios y violencia contra las mujeres y las niñas.
La Iniciativa Spotligth se llevó a cabo de forma integral, multisectorial, multiactor, multinivel y multidimensional, como una iniciativa sin precedentes para la erradicación del feminicidio y de otras formas de Violencia contra Mujeres y Niñas, que tras más de 4 años de trabajo marcó una ruta relevante en la materia, obteniendo resultados alentadores en la materia.
Fue implementada por seis Agencias de la ONU en estrecha coordinación con el Gobierno de México, autoridades estatales y locales y organizaciones de la sociedad civil y la UE. Así también, se cuenta con la colaboración entre la Secretaría de Gobernación, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM), el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la Secretaría de Relaciones Exteriores.
No podemos dejar de acentuar que catorce de los veinticinco países con mayor número de feminicidios en el mundo están en América Latina y el Caribe y uno de los más afectado es México.
Detrás de la muerte de una mujer a manos de un hombre, persiste el estereotipo del género masculino de controlar a la mujer, su vida, su cuerpo y sexualidad, al punto de castigar con la muerte a aquellas que no acepten el sometimiento.
Desde el año 2014, el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género recomendó al Estado Mexicano "aplicar las directrices del Modelo de Protocolo de manera sistemática frente a todos los casos de muertes violentas de mujeres, puesto que detrás de cada muerte puede existir un feminicidio, aunque al inicio no haya sospecha de criminalidad". No obstante, en la mayoría de los casos, a la fecha no se aplica de tal forma, pues las autoridades se resisten a reconocer en la práctica la presencia de la violencia feminicida, como consecuencia no integran sus carpetas de investigación con perspectiva de género y no las abren como feminicidios.
A la autoridad se le ha salido de control el combate del delito de feminicidio, las cifras denotan falta de preparación con perspectiva de género en la procuración de justicia, corrupción en los operadores del sistema e indiferencia en la protección de la integridad y seguridad de las niñas y mujeres.
Estamos conscientes que este problema no es privativo de México, que es una situación mundial que enfrentamos las mujeres y que en algunos países no existe el delito de feminicidio en sus leyes, no obstante hemos invisibilizado el acto machista contra la mujer que le provoca la muerte, violentando la norma constitucional y los compromisos adoptados en los Tratados Internacionales por el Estado Mexicano, siendo un descalabro en lo alcanzado por el movimiento feminista que aboga por el respeto de los Derechos Humanos de las mujeres.
En México, desde diciembre de 2018 a la fecha se han cometido 5 mil 446 feminicidios, siendo 2021 el año más violento con 1,018 casos. En lo que va del año, se han reportado 548 feminicidios en el país, una disminución del 8% respecto del mismo periodo en 2023, sin contar todas aquellas muertes de mujeres que no se investigaron de acuerdo a los protocolos con perspectiva de género. (Fuente: www.tresearch.mx/inseguridad )
En el Día de Muertos desde Alguien como tú rememoramos la vida de las mujeres muertas a manos de un feminicida...
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