El rector de la UV y el presupuesto perdido

El rector de la Universidad Veracruzana, Martín Aguilar Sánchez, expresó su inconformidad con los recursos asignados a la máxima casa de estudios de la entidad en el Presupuesto de Egresos aprobado por el Congreso local para el ejercicio fiscal de 2025.

Según Aguilar, la institución enfrentará un recorte en sus recursos.

Para 2025, la UV recibirá 6,836 millones de pesos, cifra que, de acuerdo con el rector, incumple con lo establecido en la Constitución Política de Veracruz, que estipula que la universidad debe recibir el 4% del presupuesto general del Estado.

Aguilar Sánchez argumentó que existe un problema en la interpretación de la ley, ya que los recursos asignados corresponden al 4% de los fondos de libre disposición y no del presupuesto total del Estado. Este criterio, afirma, resulta en una disminución considerable de los recursos.

El presupuesto aprobado contempla 3,658 millones de pesos provenientes de recursos estatales y 3,178 millones de fondos federales. No obstante, según Aguilar, los recursos estatales deberían ascender a 5,152 millones de pesos para cumplir con el marco legal.

Más allá de la demanda presupuestal, destaca el cambio en la postura del rector Aguilar Sánchez. Desde que asumió el cargo el 1 de septiembre de 2021, su relación con el gobierno estatal se caracterizó por una actitud conciliadora, rayando en la sumisión. Durante gran parte de su gestión, evitó cuestionar el incumplimiento de la ley en materia presupuestal, pese a las alertas de algunos sectores universitarios. Incluso, en agosto de 2023, el Consejo Universitario General (CUG) aprobó buscar el diálogo y la negociación con el gobierno estatal para garantizar el cumplimiento constitucional, pero el rector hizo un llamado a la prudencia en lugar de ejercer una postura más firme.

Este enfoque moderado no logró resultados significativos: el presupuesto asignado nunca alcanzó el 4% establecido por la ley. Ahora, a pocos meses de concluir su periodo como rector, Aguilar Sánchez adopta un tono más crítico y exige un incremento en los recursos, aunque el margen de acción es mínimo debido a la reciente aprobación del presupuesto por parte del Congreso local el pasado 20 de diciembre.

En noviembre pasado, el CUG instruyó a Aguilar Sánchez a exigir el cumplimiento constitucional, pero los resultados obtenidos fueron insuficientes. El incremento logrado es calificado como insignificante, dejando a la UV en una posición financiera precaria y a su rector debilitado políticamente de cara a la próxima renovación en la rectoría.

El caso de la Universidad Veracruzana refleja una problemática mayor: el reto de garantizar la suficiencia presupuestal para las instituciones de educación superior en un contexto de restricciones financieras. Además, pone en evidencia la necesidad de claridad en la interpretación y aplicación de las leyes que rigen la asignación de recursos públicos. Para el próximo rector, el principal problema será construir una estrategia efectiva para defender el presupuesto universitario, basada en la transparencia y una comunicación coherente con las demandas de la comunidad académica.

En agosto próximo, por cierto, terminará el periodo de Martín Aguilar en la rectoría y concluirá una etapa para el olvido en la Universidad Veracruzana.

@luisromero85