En el puerto de Veracruz, la carrera por la renovación de la presidencia municipal avanza rápidamente, marcada por un intenso enfrentamiento verbal entre dos figuras importantes: el diputado local Pepín Ruiz y el senador Manuel Huerta.
El conflicto entre ambos ha escalado con descalificaciones mutuas. Por un lado, Pepín Ruiz acusa al senador de estrechar vínculos con la familia Yunes, conocida por su influencia en Acción Nacional. Según Ruiz, Huerta debería respaldar los esfuerzos de la gobernadora Rocío Nahle en lugar de apoyar a un grupo que históricamente ha estado en contra de Morena. Por su parte, Huerta contraataca, cuestionando el origen de los recursos económicos que Ruiz supuestamente "regala" durante su promoción.
Antes de este cruce de declaraciones, el senador Huerta había señalado que Morena debe priorizar la postulación de mujeres para la alcaldía de Veracruz. Según él, las aspirantes con más posibilidades serían la diputada federal Rosa María Hernández Espejo y la exdelegada de Sedesol, Anilú Ingram Vallines. Esta postura generó una respuesta inmediata de Pepín Ruiz, quien afirmó que Huerta debería demostrar su compromiso con las mujeres fortaleciendo su relación política con la gobernadora Rocío Nahle.
El debate sobre la cuota de género no es menor, pues representa un problema para Pepín Ruiz. Morena, como todos los partidos, está obligada a postular mujeres en al menos 106 municipios veracruzano. Es altamente probable que Veracruz sea uno de los ayuntamientos reservados para candidatas, al igual que otras ciudades estratégicas como Boca del Río y Xalapa. En estos casos, figuras como Bertha Ahued y Daniela Griego también podrían ser postuladas.
Si Morena decide que la candidatura en Veracruz recaiga en una mujer, la diputada federal Rosa María Hernández Espejo parece tener ventaja. Su trayectoria y posicionamiento en el puerto la colocan como una contendiente sólida. Primero, porque es fundadora del Movimiento en la región y ha trabajado desde 2018 en su consolidación a través de reuniones y recorridos permanentes. Segundo, porque dentro de Morena no hay otro actor político, hombre o mujer, mejor posicionado entre la militancia. Su identificación con la ideología de izquierda le permite avanzar sin mayores contratiempos.
Además, su relación política con la gobernadora Rocío Nahle es sólida, lo que suma puntos a su favor. Su actual cargo como diputada federal también le otorga un acceso privilegiado a las altas esferas del partido, lo que podría ser clave en las decisiones finales.
No obstante, aunque Hernández Espejo parece tener el camino allanado, esto no garantiza que obtenga la candidatura. En política, las decisiones finales pueden dar giros inesperados. Lo cierto es que, una vez que Morena defina su abanderada o abanderado para el puerto de Veracruz, el verdadero desafío será derrotar a la familia Yunes, que ha convertido este municipio en un bastión panista durante años.
En pocas semanas, la incógnita se despejará y la contienda por Veracruz entrará en una nueva etapa decisiva.
@luisromero85
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