El castigo por Dos Bocas

Prefacio

El acoso es abrumador. La mañana de este martes se registró una protesta masiva de taxistas y transportistas de varios municipios de la región centro y de las Altas Montañas, por los constates abusos del personal de Transporte Público del Estado y de elementos de la policía estatal.

La movilización paralizó las entradas de varios municipios con gran afluencia vehicular, como Córdoba y Orizaba.

Fiel a su costumbre, y como lo aprendió de su jefe, el gobernador Cuitláhuac García lanzó acusaciones sin sustento, basadas sólo en su palabra y de paso agredió verbalmente a quienes encabezaron ese movimiento.

“No es un operativo contra taxistas, mucho menos contra la población, es un operativo de atención ciudadana contra estas grúas que -sospechamos- están manejadas por un grupo delictivo y hoy me extraña que unos taxistas, unos cuantos nada más, hayan hecho esta acción (...) Vamos a ir por este grupo delictivo que mueve las grúas y vamos a investigar si tienen alguna relación con algún lidercillo de estos taxis que se movilizaron”.

Iniciar un operativo de acoso a concesionarios del transporte público podría resultar un disparo en el pie para el gobierno estatal. Son tiempos electorales y muy pronto los van a necesitar para la “movilización”.

El presidente López Obrador sabe que la refinería proyectada desde el inicio de su gobierno es uno de sus más severos lastres. Entiende, además, que fue un rotundo fracaso de la persona a la que le encomendó esa tarea: la ingeniera Rocío Nahle.

Eso, por supuesto, nunca lo habrá de admitir. Por el contrario, aunque sin argumentos sólidos, siempre resalta la “aportación” de quien fungió como secretaria de Energía:

“Necesitábamos construir a tiempo la refinería de Dos Bocas, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, nos ayudó en todo lo relacionado con la refinación, no sólo en la construcción de esta gran refinería, cosa que le agradecemos mucho, porque ella se aplicó a fondo”, dijo el presidente el pasado lunes.

Las cosas, sin embargo, no han salido como el presidente las anunció.

Desde su concepción, la refinería de Dos Bocas se convirtió un pozo sin fondo. 

En mayo de 2019, López Obrador aseguró que la refinería costaría 8 mil millones y se dio el lujo de retar a sus detractores: “Va a salir en 8 mil millones y hasta podemos ahorrarle. A ver quién tiene la razón y a mí me importa tomar estos desafíos porque permiten demostrar con hechos lo ineficientes, además de corruptos, que eran los tecnócratas que mal gobernaron México en 36 años”.

Un año después, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, elevó el costo a 8 mil 900 millones. En junio, antes de que el Consejo de Administración de la petrolera autorizara la última ampliación, el mandatario ofreció otra cifra: 11 mil o 12 mil millones de dólares.

Hubo una nueva a petición de aumento presupuestal en agosto de 2021, lo que les dio la razón a las empresas y consultoras que habían tachado de “poco realistas” las pretensiones del gobierno.

La licitación lanzada en 2019 quedó desierta, pues las compañías invitadas a participar en el proceso -por su experiencia- presentaron presupuestos más elevados que el que pretendía el gobierno. Tras declarar desierta la licitación, López Obrador encargó la obra a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, lo que no evitó que los costos y los plazos se dispararan por encima de lo proyectado.

Además de la inviabilidad del presupuesto original, los sobrecostos están vinculados a una mala planeación. Por las prisas de construir y lograr resultados pronto, se brincaron procesos importantes de análisis de sitio, de mercado, y de costo y beneficio. Empezaron a construir sobre la marcha, pero poco tiempo después se dieron cuenta de que no tenían el espacio suficiente para la refinería. Tuvieron que rellenar el terreno donde fueron ubicados los tanques de almacenamiento. Eso retrasó la obra en más de un año.

La refinería fue inaugurada el primero de julio del 2022, sin que estuviera terminada. En esos momentos faltaba integrar las plantas que la componen e iniciar pruebas.

Un año después, el primero de septiembre del 2023, el presidente López Obrador informó que la nueva refinería comenzaría a producir ese mismo día.

“Hoy va a empezar a producir petrolíferos la nueva refinería de Dos Bocas. Así es, ¿no, Rocío? Y a finales del año estará produciendo un promedio de 290 mil barriles diarios de gasolinas”.

No ha sucedido. En su conferencia de prensa del pasado lunes, el presidente dio una nueva fecha: en el mes de febrero del 2024. Ya nadie le cree.

¿Y Rocío Nahle? Renunció a su cargo para estar en condiciones de competir por la candidatura de su partido (Morena) al gobierno de Veracruz. No cumplió el único encargo que le hizo el presidente.

Hay quienes sugieren que, en realidad, la postulación de Rocío Nahle (nacida en Zacatecas) a la gubernatura de Veracruz, fue una manera “amable” de deshacerse de ella, pues fue impuesta a pesar de que no ganó la encuesta interna.

Epílogo

El principal riesgo de construir alianzas políticas amplias, en las que se establezca como premisa que “todos caben”, es que de pronto se cuelen verdaderos “pájaros de cuenta”, pillos que lucran con las siglas de los partidos políticos y construyen fortunas saqueando las arcas públicas.

Ese es el peligro que enfrentan actualmente los habitantes de Papantla y la región. Ya circula en diversos medios de aquella zona la versión de que podrían volver por sus fueros los hermanos Emilio y Omar Carrión Espinoza, con antecedentes muy negativos.

Se menciona que Emilio se ha vuelto a acercar al PRI en busca de una candidatura, que pudiera ser a una diputación este año, o a la alcaldía de Papantla en el 2025, pero todos en la ciudad saben que en la actualidad enfrenta un juicio por despojo, en agravio de su tía, una señora de avanzada edad.

Por eso es muy importante que quienes negocian las candidaturas por parte de la alianza opositora, revisen con detalle cada una de las propuestas, para evitar que los sorprendan verdaderos pillos que se convertirían en lastres para el proyecto estatal. Están avisados.

Se equivoca el exgobernador de Veracruz, hoy recluido en el Reclusorio Norte, en la Ciudad de México. La gente no está “hasta la madre” de los Yunes. De los que sí está harta es de los Duarte.

La titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Namiko Matzumoto Benítez, ha hecho gala de paciencia casi infinita con la Fiscalía General del Estado (FGE), pero todo tiene un límite.

Este martes se quejó de que la titular de la FGE, Verónica Hernández, es “renuente” a aceptar las recomendaciones que les han emitido, lo que -dijo- “envía un mensaje de complicidad, encubrimiento y tolerancia a los servidores públicos que cometieron violaciones a los derechos humanos”.

Cuentan que, una vez perdido el blindaje de su “padrino”, la titular de la Fiscalía tendrá que responder por las actitudes de prepotencia que antes le toleraban.

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