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Por Francisco J. Ávila Camberos
Columna:

Cosechamos lo que sembramos

2022-06-18 | 07:09 a.m.
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En cualquier foro internacional donde participan países en vías de desarrollo, resulta común escuchar reclamos de algunos de sus dirigentes culpando a las naciones desarrolladas de su atraso y de sus miserias. Incluso en la cumbre de las Américas recientemente celebrada en Los Ángeles California, el presidente argentino habló largo y tendido sobre la crisis que le ocasiona a su país la deuda con los bancos internacionales, porque representa el 70% del PIB lo que la hace inmanejable. ¡Si ellos mismos fueron los que pidieron prestado y ellos mismos también malbarataron el dinero recibido!

Otras naciones se quejan de que los Estados Unidos no los apoya con dinero, que no deja entrar a su territorio a los indocumentados, etcétera.

Yo no digo que los países desarrollados sean unas blancas palomas. Sin embargo, me parece un despropósito achacarles la culpa de todos nuestros males, siendo que muchos de los problemas que padecemos han sido generados por la corrupción excesiva que tenemos, el populismo desbordado, el paternalismo y las dictaduras que tanto hemos vivido en América Latina.

Cuando se culpa a un tercero de nuestro propio fracaso, estamos evadiendo la responsabilidad que nos corresponde y esto tranquiliza nuestras conciencias, justifica la incompetencia de nuestros políticos, pero no resuelve nada de fondo.

Los países desarrollados han avanzado a grades pasos por el grado de libertad que tienen sus habitantes para emprender, por la facilidad que hay ahí para hacer negocios y pagar impuestos, por el respeto al estado de derecho y sobre todo a la propiedad privada, por el reconocimiento a la creatividad y al talento de sus habitantes y sobre todo por la democracia de que gozan, incluso en el caso de algunas monarquías como la inglesa y la española.

Con esos ingredientes adecuadamente proporcionados, es mucho más fácil salir adelante.

En cambio en Latinoamérica, todo es difícil. La inseguridad, la sobre regulación, el exceso de leyes y disposiciones burocráticas que se traducen en un alto grado de complejidad para realizar un simple trámite, aunado al populismo, al saqueo de los recursos públicos, a la impunidad y a la añeja y cómoda costumbre de regalar dinero público a las masas para tenerlas contentas y contar con su voto. Todo eso junto ha hecho que muchas naciones se vayan a la bancarrota.

Esto aunado a una infraestructura pública construida con deficiencias de calidad y falta de visión, ha ocasionado que las obras duren poco, requieran mantenimiento constante y en pocos años estén inservibles. Sin infraestructura no hay desarrollo suficiente.

Un conferencista explicaba con detalle cómo el sistema aplicado es una nación es pieza clave para su progreso. Ponía como ejemplo las ciudades colindantes de Nogales Sonora y Nogales Arizona. Del lado mexicano subdesarrollo. Del lado americano un progreso notable.

Si ambas ciudades tienen la misma clase de tierra, reciben la misma cantidad de lluvia y de sol, porque están bajo el mismo cielo, ¿por qué una ofrece mejores condiciones para vivir que la otra?. La respuesta es: porque la de allá tiene un sistema mejor que el nuestro.

Otro conferenciante decía: ¿Si Ud. tuviera posibilidades de enviar a estudiar a un hijo al extranjero, a dónde lo enviaría?. ¿A Cuba, a Venezuela, a Nicargua o a USA, España, Francia  ó Inglaterra?

La misma pregunta plantea respecto a una enfermedad grave. Si alguien tuviera recursos suficientes para atenderse en el extranjero, ¿dónde lo haría?.

Seguramente escogería un país del primer mundo, no en uno del tercero.

Para concluir, no es cosa de derechas ó izquierdas, sino de sentido común. El socialismo ha prometido la felicidad completa y, ¿qué ha logrado con sus políticas?. Hambre, miseria, encono y polarización social, dictaduras y éxodo forzado de sus habitantes.

La pregunta final es: ¿Sabemos con claridad a dónde va México?. ¿A dónde nos llevan por nuestra indiferencia y falta de participación ciudadana?.

Ojalá y nos contestemos con veracidad esas dos preguntas porque las elecciones del 24 están cada vez más cerca.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana.

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