¿Depresión?, ¿apatía?, ¿desánimo? Quizá solo es tu cerebro que está cansado.
El ahora común término “burnout” ilustra muy bien lo que le pasa a nuestro cerebro cuando no ha cultivado los hábitos correctos para funcionar bien y esto se manifiesta con muchos signos o síntomas similares a la depresión. Es importante identificarlo y tomar cartas en el asunto.
Actualmente, después de más de un año de la pandemia y sus múltiples repercusiones en lo personal, laboral, económico y en nuestras relaciones, amén del encierro y la falta de intercambios sociales en nuestra vida, al cerebro y no solo a nuestra mente, le han sucedido varias cosas.
Estas situaciones y el impacto biológico en nuestro cerebro se manifiestan con estados de ánimo poco favorecedores, baja de productividad, apatía, desgano, falta de memoria de corto plazo, tendencia a fatalizar las situaciones, cambios en los patrones de sueño, ansiedad o nerviosismo, conformismo, auto-recriminación por no alcanzar nuestras metas, postergación, flojera… la lista es larga, no obstante notamos que no somos los mismos y nuestro ánimo y rendimiento son los primeros en haberse transformado en una versión personal no muy satisfactoria.
Entonces lo asociamos con depresión y lo entendemos pues este tiempo no ayuda para nada, no obstante puede ser simplemente que nuestro cerebro esté cansado.
Al vivir, comer, trabajar y entreteneros encerrados en el mismo lugar, las actividades diarias comienzan a ser rutinarias y monótonas. Con ello, el hipocampo, responsable de guardar los eventos diarios como parte de nuestra memoria a largo plazo, decide que no vale la pena hacerlo. Se inflama literalmente y deja de hacer estas funciones, lo que causa esa pérdida de memoria que ha llegado a preocuparnos.
Basta con hacer actividades diferentes, hablar con más personas, hacerse de un hobby y con ello el hipocampo se restablece y vuelve a hacer su trabajo con normalidad.
Así mismo existen otros síntomas del “burnout” como son:
- Cansancio todo el tiempo
- Enfermedades frecuentes
- Alteración en los patrones de sueño y alimentación (se va el sueño y el hambre, o bien dormimos o comemos de mas)
- Irritabilidad
- No tenemos ganas de hacer nada y dejamos todo “para mañana”
- Negatividad
Parece depresión, pero no lo es. Lo que hay que hacer es darle un descanso y buenos hábitos a nuestro cerebro que es en donde habita nuestra mente. Esta última es la que manifiesta los síntomas y podemos cambiarlo con cierto esfuerzo…
- Dormir y despertar a la misma hora
- No ver pantallas (celular, tele, Tablet) una hora antes de dormir
- Hacer ejercicio
- Alimentarse correctamente (poca azúcar y pocos carbohidratos, proteína, aminoácidos como el triptófano en el plátano, etc.)
- Retomar o buscar actividades que nos produzcan emoción
- Contactar buenas amistades del pasado, así como familiares que renueven y alienten nuestro animo
- Ayudar a otras personas
- Tener rutinas satisfactorias y esperar lo mejor día con día
- Realizar actividades que fomenten la creatividad
- Ser optimistas y cambiar la perspectiva con la que enfrentamos las situaciones que nos significan un reto
Tip adicional… cuando durante el día te sientes desganado o sin energía, sal un momento al exterior. Observa el cielo azul y el reflejo de los rayos del sol en alguna pared blanca o de colores claros. Respira. Esto hará que los fotones introducidos al cerebro a través de nuestros ojos activen el tálamo y otras zonas del cerebro indicándole que es de día, que la hora de dormir aún está lejana y con ello, mandara instrucciones para que nuestro ritmo circadiano se active y produzcamos más energía. Pruébalo y me dices ;)
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