AMLO-Cuitláhuac: cierran filas

A muchos sorprendió la cortesía política con la que el gobernador Cuitláhuac García trató al canciller Marcelo Ebrard en su visita a Xalapa y Veracruz este fin de semana, pues además de recibirlo en su despacho de Palacio de Gobierno el mandatario también dio luz verde para que su secretario de Desarrollo Económico, Enrique Nachón, y el diputado local de Emiliano Zapata, Antonio Luna, ambos de su confianza, acompañaran al aspirante presidencial en los eventos que sostuvo sábado y domingo con diversos sectores de la capital del estado y de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

Y es que, una semana antes, García Jiménez y sus huestes no habían tenido la misma actitud de apertura hacia el senador Ricardo Monreal y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quienes al igual que Ebrard también pisaron tierras veracruzanas movidos por la misma aspiración presidencial. El zacatecano visitó el puerto jarocho, donde en cambio fue acompañado por la alcaldesa porteña del PAN, Patricia Lobeira –nuera del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, viejo amigo del senador–, mientras que el tabasqueño, apoyado por el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, que aspira a la gubernatura, estuvo en Minatitlán, Acayucan y Carlos A. Carrillo ese mismo sábado 15 en que la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, fue arropada por Cuitláhuac y todo el aparato del gobierno estatal en un evento masivo en Coatzacoalcos.

¿Por qué ahora ese cambio radical con Ebrard? Algunos presuponen que el gobernador habría comenzado a verle posibilidades al canciller de suceder al presidente López Obrador, lo que el grupo radical de Morena que impulsa a Sheinbaum sigue descartando.

Quizá habría que leer detenidamente la reseña que ayer lunes escribió Monreal en el diario El Universal sobre la reunión que los senadores de Morena, PT, PES y PVEM, y las tres principales “corcholatas” presidenciales sostuvieron con el Ejecutivo Federal este viernes 28, en la que después de dos años de distanciamiento se reencontraron AMLO y el zacatecano.

“Siempre lo he dicho y lo reafirmo: el liderazgo del presidente y su sola palabra tienen una gran influencia en quienes conformamos el movimiento. Solo él es capaz de unificar algo que parecía resquebrajado y dividido. Su fuerza moral nos permitirá alejarnos de cualquier tentación individualista, y recordar que ninguna pretensión individual debe estar por encima del bienestar colectivo. Tales fueron las ideas, el mensaje y la ruta que se establecieron en el encuentro de reconciliación que tuvo lugar la semana pasada en Palacio Nacional”, resumió Monreal.

Que nadie se equivoque: el plan A de AMLO sigue siendo Sheinbaum, por lo que empezó a cerrar filas, pues él mejor que nadie sabe que la oposición, sin candidatos competitivos, sólo puede fortalecerse con una fractura interna de la 4T.

Y Monreal ya se alineó, pero Ebrard aparentemente aún no, pues sigue exigiendo piso parejo y encuestas externas. “Una de dos, o hay encuesta o hay favorita, no se pueden tener ambas cosas, y para saber si hay una favorita, hay que preguntarle al pueblo”, dijo el canciller este domingo en Veracruz.