201 años del Edomex

Este domingo es el cumpleaños 201 del gran Estado de México y como buen mexiquense no podía dejar pasar la oportunidad de expresar mi orgullo y sentido de pertenencia hacia mi Edomex. Al conmemorar su nacimiento jurídico, ocurrido el 2 de marzo de 1824 con la instalación del primer Congreso Constituyente del Estado Libre y Soberano de México, cabe presumir que tenemos una grandeza histórica, arquitectónica y cultural descomunal que se manifiesta desde el México prehispánico; y se mantiene vigente hasta nuestro tiempo.

Si algo distingue al Edomex, es el deseo de progreso que se percibe permanentemente al ver a miles de personas que todos los días salen desde temprano a sus trabajos y a miles de jóvenes que van a las mejores escuelas públicas a dejar muy en alto a nuestro municipio. Esa energía se contagia e impulsa a caminar en dicha frecuencia.

Con más de 17 millones de habitantes somos la entidad con la población más grande a nivel nacional y, en consecuencia, la más determinante al momento de decidir el rumbo de nuestra nación, así como lo demostramos en la elección del año pasado cuando aportamos la mayor cantidad de votos para que una mujer llegará a la presidencia de la República por primera vez en la historia de México.

Contemplar al Estado de México, es deleitarse con una pintura de José María Velasco o dejarse llevar por la prosa de Sor Juana Inés de la Cruz; es recordar la forma en que los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl vigilan el Valle de México. Las y los mexiquenses debemos sentir mucho orgullo porque formamos parte de una entidad federativa que le ha dado mucho a México y al mundo en diferentes etapas de la historia y en distintas disciplinas y áreas del conocimiento.

Si miramos hacia el pasado, el Edomex brilla con intensidad el legado de mexiquenses destacados como Ignacio Manuel Altamirano, José María Bustamante, Sor Juana Inés de la Cruz, Isidro Fabela Alfaro, Ignacio Ramírez Calzada "El Nigromante", José Vicente Villada y el gran poeta Nezahualcóyotl. Pero también sobresalen nuestras tradiciones, como la Feria del Caballo en Texcoco; la Feria Nacional de la Tuna en San Martín de las Pirámides; el Carnaval de Amecameca; la Feria de la Piñata en Acolman; la Feria Internacional de la Pirotecnia en Tultepec; y por supuesto el Carnaval de los Reyes la Paz.

El Estado de México es una gran amalgama de experiencias en la que definitivamente lo mejor son sus paisajes, caminos, colores, aromas, platillos, tradiciones, costumbres y, desde luego sus habitantes. Por eso hago el llamado a ser promotores de la transformación social que tanto anhela y merece nuestro querido municipio.

El mejor homenaje que le podemos tributar al Estado de México es atender los desafíos de nuestro tiempo, sin olvidar nuestro origen, bajo el lema "Patria, Libertad, Trabajo y Cultura" que está plasmado en el escudo estatal diseñado y elaborado por el mexiquense Pastor Velázquez. Siguiendo el ejemplo de mexiquenses destacados; pero también el de tantos héroes y heroínas anónimas que todos los días llevan en sus hombros al Estado de México, vale la pena retomar los ejes rectores de la cultura mexiquense que brilla por su vitalidad, dignidad y trabajo honesto en la gran libertad nacional. 

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*Asesor en materia legislativa y consultor político.

Licenciado en Derecho, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Maestro en Ciencia Política, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

Maestro en Derecho Electoral, Escuela Judicial Electoral (EJE) del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).