Veracruz | 2024-08-19
Casi 30 millones de mexicanos de todas las edades viven con dolor crónico debido a varias causas, desde secuelas de tratamientos hasta depender de fármacos para sobrellevar esa molesta sensación que literalmente no las deja vivir en plenitud, según el Instituto Farmacéutico.
El presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor, Ángel Juárez, explicó que según el INEFAM, apenas 10 millones de mexicanos (el 33 por ciento) recibe tratamiento adecuado.
El 20 por ciento (6 millones) no recibe ningún tratamiento y otro 20 por ciento acude a tratamientos alternativos.
Consideró preocupante esa situación y destacó la necesidad de mejorar el acceso y la calidad de los tratamientos para el dolor crónico en el país.
Recalcó que el dolor es una experiencia sensorial y emocional muy desagradable que impide al doliente una vida plena.
No obstante, recordó que el dolor es precisamente una alerta de que algo anda mal en el organismo y son ese llamado de atención no se buscaría la auscultación médica y no se detectarla con oportunidad la causa de esa sensación desagradable.
Es decir, el dolor es una alarma molesta pero necesaria para advertir de un potencial peligro y buscar la solución, puntualizó Juárez.
Por lo tanto, el dolor constante y creciente es la advertencia que no se debe desestimar porque es la señal de peligro.
Entre los fármacos más útiles mencionó al Loxoprofeno, un analgésico y antiinflamatorio indicado para el tratamiento de condiciones dolorosas como la artritis reumatoide, osteoartritis, lumbago, y dolores post-quirúrgicos y post-traumáticos.
Su efecto es inhibir 2 enzimas clave del proceso inflamatorio: ciclooxigenasa-1 (COX-1) y ciclooxigenasa-2 (COX-2), responsables de producir prostaglandinas, compuestos que causan inflamación, dolor y fiebre. Al inhibirlas disminuyen los síntomas.
El médico hizo hincapié en que según estudios clínicos, el Loxoprofeno puede ser de 10 a 20 veces más potente que la indometacina, (otro AINE), es decir que se necesita una dosis menor para lograr el mismo efecto antiinflamatorio, se administra por vía oral y no irrita la mucosa gástrica pues se activa hasta que llega al hígado.