Veracruz | 2024-12-18
No, pues déjenme contarles del "bello paisaje" que tenemos por acá en la calle Revillagigedo, entre Sánchez Tagle y Campero. Resulta que hay un terreno baldío que nomás está de adorno porque, la neta, nadie se hace cargo de él. Es un verdadero desastre: ahí han aventado de todo. No falta el valiente que se eche su vueltita para dejar sillones viejos, costales llenos de quién sabe qué, basura, escombros y hasta pedazos de maleza seca que nomás sirven para juntar más cochinero.
La cosa no para ahí. Este terrenito, que debería estar limpio y cuidado, se ha convertido en el escondite ideal para quién sabe qué tipo de gente. Ahí se meten porque como está solito y en plena calle, pues claro, les queda como anillo al dedo para andar en sus cosas. ¿Quién sabe qué tanto pasará ahí? Pero de que da mala espina, da mala espina.
Y lo peor es que no se ve que nadie haga algo. La maleza ya está alta, parece que quieren inaugurar su mini selva. Y no falta que los bichos y hasta ratas se adueñen del lugar. La basura nomás se acumula y luego uno que otro vecino, muy inteligente, aprovecha para seguir tirando más desechos. Es como si pensaran: "Total, ya está feo, ¿qué más da?".
La neta, este terreno no solo afea la zona, también pone en riesgo a quienes vivimos cerca. Imagínate pasar por ahí en la noche. Da miedo, la verdad. Uno nunca sabe quién puede estar escondido entre todo ese mugrero. Ya ni los chamacos quieren jugar cerca porque sus papás temen que algo malo les pueda pasar.
Debería haber alguien que se haga cargo, ¿no? Si ya saben que está así desde hace rato, ¿por qué no le meten mano?
Aunque sea que manden limpiar o que obliguen al dueño a que lo cercara. Pero no, puro dejarlo al olvido.
Ahí está el baldío, como un monumento al descuido y a la desidia. Y mientras nadie haga nada, esto va a seguir siendo el tiradero de todos y un escondite para quién sabe qué cosas. A ver si entonces sí alguien se pone las pilas.