Veracruz | 2025-01-13
No, pues la neta, si vas caminando por Díaz Mirón antes de llegar al Parque Zamora, te topas con un espectáculo bien gacho: un inmueble abandonado que parece que nomás está ahí de adorno para que la gente tire su cochinero. En serio, ese lugar ya no es casa ni nada, es un tiradero con techo.
Haz de cuenta que antes tenía puertas y ventanas, ¿pero ahora? Nada, puro destrozo. Las puertas de madera están tiradas en el suelo, como si les hubiera caído encima un huracán, y las ventanas ya ni existen, nomás quedan los huecos por donde la gente avienta bolsas de basura, botellas, y hasta colchones viejos. Ya ni respetan.
Lo peor es que ya ni hay una división clara entre la banqueta y ese lugar. Es como si el tiradero se hubiera adueñado de la calle también. Los que pasan por ahí avientan hasta los vasos. Parece que nadie se acuerda que es una vía pública y no un basurero.
Y si pensabas que era solo un par de cosas, pues no, la neta tiran de todo. Desde restos de comida que ya ni los perros se quieren comer, hasta bolsas completas que seguro alguien sacó de su casa. Es un desorden total, y ni quien se haga responsable.
La verdad, ese inmueble se ve como si hubiera estado bonito en algún momento, pero ahora solo es un recordatorio de lo que pasa cuando se deja algo al abandono. La gente nomás aprovecha para echar su mugrero, y nadie dice nada. Ahí sigue, como si fuera parte del paisaje.
¿Quién va a hacer algo? Nadie sabe. Pero mientras tanto, ese lugar sigue siendo el rincón de los desechos de Díaz Mirón, donde la basura ya tiene más presencia que los que pasan por ahí.