Boca de Río | 2024-02-14
En el día del Amor y la Amistad, en las Bodas Colectivas 2024, organizadas por el Ayuntamiento de Boca del Río, Alma Arellano Díaz y Abelardo Rodríguez Suárez se destacaron como la pareja más longeva, sellando su unión legal después de 48 años de compartir la vida.
La historia de Alma y Abelardo comenzó cuando él, a los 30 años, llegó a trabajar a la localidad donde ella vivía, teniendo tan solo 18 años. El flechazo fue instantáneo, y decidieron escaparse juntos, forjando así una familia que ha perdurado a lo largo de cuatro décadas, brindando amor y dando vida a cuatro hijos.
“Él llegó a trabajar a mi pueblo, soy de Arenal Coxquihui, Veracruz. Él es de Xico, pero él trabajaba en caminos, carreteras, hacía puentes, y así fue como lo conocí. Así anduvimos, él a donde quiera que iba a trabajar me llevaba y así anduvimos”, declaró la señora Alma.
El encanto que los atrajo mutuamente fue evidente. Alma se enamoró de la amabilidad de Abelardo, mientras que él quedó cautivado por la ternura y amabilidad de ella. Esta conexión única sentó las bases de una relación sólida y estable que trajo como resultado 4 hijos y ahora varios nietos.
En sus consejos a las nuevas generaciones, Alma y Abelardo enfatizan la importancia de una buena comunicación, la perseverancia ante los obstáculos y la humildad para pedir perdón, elementos clave que, según ellos, fortalecen el vínculo amoroso.
“Que aguanten la vara porque el matrimonio no es tan fácil, porque en tiempos de mucha alegría y luego tiempos de enojo, hay que aguantar y no hay que hacer caso. Luego al otro día decir ´perdóname´, y eso es la palabra favorita que tenemos”, señaló Abelardo.
A más de cuatro décadas de estar unidos, los detalles siguen presentes en Alma y Abelardo, pues las invitaciones y las salidas son recurrentes para que el matrimonio no se convierta en una rutina.
Después de más de 30 años viviendo en la colonia Adalberto Tejeda del municipio de Boca del Río, la pareja ha construido un hogar lleno de amor y lazos familiares, compartiendo alegrías y desafíos con sus hijos y nietos.
El 14 de febrero no solo fue el Día del Amor y la Amistad para Alma y Abelardo, sino también la legalización de una historia que ha resistido el paso del tiempo, creciendo en complicidad y demostrando que el verdadero cariño es eterno.