Veracruz | 2025-06-11
Para muchas personas, el cobro de la pensión representa el único ingreso mensual. Por eso, cuando el pago se detiene sin explicación aparente, el impacto no solo es económico, también emocional. No es raro que surjan preguntas como: "¿Me la quitaron?", "¿Hubo un problema con mi cuenta?", o peor aún, "¿El sistema me dio de baja sin avisarme?".
Este tipo de situaciones, aunque desconcertantes, tienen causas más comunes de lo que parece. Y sí, también tienen solución, aunque no siempre rápida, por lo que lo mejor siempre será prevenir.
La mayoría de los casos de suspensión se relaciona con errores administrativos o falta de actualización en los registros personales. Algunos de los motivos más frecuentes son:
En todos estos escenarios, es el cruce de datos entre instituciones el que puede generar un bloqueo, sin que el afectado haya hecho algo indebido para ameritas la cancelación de su pensión.
Antes de entrar en pánico o acudir a oficinas a la deriva, conviene seguir algunos pasos básicos para entender qué está ocurriendo:
En algunos casos, las personas descubren que tienen dos números de seguridad social activos o que su NSS actual no coincide con el que usaban antes. Esto puede ocurrir si trabajaste en distintas zonas del país o si fuiste dado de alta más de una vez.
Para esto, acude a las oficinas del IMSS o del ISSSTE, según tu caso, y solicita unificar tu historial laboral. Lleva copias y originales de todos tus documentos. Es clave que el personal compare los registros y determine si se trata de un caso de duplicidad o simple error en captura.
Cuando la suspensión se debe a que, por error, el sistema considera que estás fallecido —porque alguien con tu nombre sí lo está—, se requiere un trámite más cuidadoso.
Aquí debes presentar pruebas de vida: identificación oficial vigente, constancias de supervivencia, comprobantes recientes de domicilio y cualquier documento que demuestre que eres tú y no quien figura en el otro expediente.
En algunos casos, también se solicita una declaración notariada. El tiempo de resolución puede ir desde unas semanas hasta varios meses, dependiendo del volumen de casos en la oficina que te atienda.