Boca del Río | 2022-11-15
El arte circense, más allá del espectáculo, se encarga de reunir gente extraordinaria, haciendo posible que la imaginación cobre vida. Dicha premisa no sería posible sin el primer elemento que capta la vista del público: la carpa.
Sobre la calzada Adolfo Ruiz Cortines, en Boca del Río, es posible distinguir los colores amarillo y rojo, adornada con luces, que visten la carpa de Vie de Cirque, show encabezado por los payasos Paquín Jr. y Angelo, que permanecerá hasta el día 11 de diciembre del año en curso.
No obstante, la instalación que alberga el espectáculo forma parte fundamental para el desarrollo del mismo, corriendo a cargo, en este sentido, de Sergio Gómez Rodríguez, carpista de Vie de Cirque.
Su gusto por el circo le llevó a involucrarse en él a temprana edad, iniciando su trayectoria como artista circense, desempeñándose como malabarista, acróbata, trapecista e incluso domador.
Ha recorrido diversas partes del mundo con el espectáculo de trompos que presenta. Países como Francia, Italia, España y Grecia, son algunos de los lugares en los cuales Sergio Randal, como es reconocido artísticamente, ha representado con orgullo a México.
Con el paso del tiempo, fue desarrollando las habilidades y el conocimiento que le encaminó para finalmente convertirse en técnico de instalación.
"Tengo 25 años de carrera desde que inicié en el circo como artista. De hecho, fue gracias a uno de mis amigos que logré aprender ciertas rutinas, me enseñó las que él hacía y, la verdad, no cualquiera tiene ese gesto.
"Pasa el tiempo y poco a poco fui aprendiendo otras labores que me llevan a ser técnico de instalación. Por ejemplo, ahora también soy chofer de tráiler y electricista. Todo eso me lo fue dando el circo, gracias al gusto e interés que tengo por toda la farándula circense", relató.
Haber vivido la experiencia como artista, le ha permitido a Sergio saber qué puntos reforzar antes, durante y después de los espectáculos, salvaguardando la integridad de los actores del show y del público asistente.
Al respecto, comenta que la instalación actual de la carpa es tipo estadio, por lo cual es posible percibir el espectáculo desde cualquier asiento, teniendo la vista libre de obstáculos.
El material que emplea es costoso, pero más seguro para todo el público en comparación con las instalaciones que solían hacerse para las carpas hace muchos años, cuando se empleaban tablas de madera.
La medición del terreno donde es colocada la carpa debe ser precisa, desde las "tijeras" que sostienen los tubos de las gradas, hasta los agujeros sobre la superficie del toldo. En caso de errar alguna medida, se debe empezar "de cero".
Sin embargo, la experiencia de Sergio, apoyado por su equipo, le han llevado a conseguir montajes completos en menos de 5 días, tal y como ocurrió con la carpa que hoy engalana parte del fraccionamiento boqueño De las Américas.
Teniendo ambas perspectivas, como artista y ahora como técnico de instalación, Sergio Gomez Rodríguez (Sergio Randal) asegura sentirse agradecido por las experiencias de las que ha formado parte a través de la pasión que le transmite el circo.
"El circo es todo un orgullo para mí. Como mexicano, representar a mi país es una emoción que no podría describir. Los mejores malabaristas, equilibristas, trapecistas y acróbatas son mexicanos. Formar parte de ello, es, insisto, un orgullo enorme", concluyó.
Fotos: Iván López.
/ct